No sabía yo que el campo era de derechas hasta que los agricultores toman las ciudades reivindicando sus derechos y M. Jesús Montero (carente de gigantesco bozal que sujete tan ordinaria y lasciva verborrea) los coloca a la derechona, como gusta a los de su calaña insultar a quienes no les baila la cuerda.
Me pregunto entonces si el higo será de izquierdas y el plátano de derechas en un país gobernado por una izquierda intelectual graduados en Twitter. Así la honradez será de izquierda y la desvergüenza de derecha, el asesino de derecha y el asesinado de izquierda, la ofensa de derechas y el respeto de izquierda, el cerdo de derecha y el pavo de izquierda, el rosal de izquierda y el capullo de derecha, el toro de derechas y la polla hembra de izquierda.
Un grupo de narcotráficos han asesinado a dos guardias civiles en ese polvorín de drogas al sur de España parecido a la franja de Gaza (aunque sin gritos antisemitas, artefactos ni religión de por medio), pero como la culpa es de la derecha, Marlaska se da un baño de responsabilidades pasándose su dimisión por los Goyas, que, por cierto, también son de izquierdas (digo, por si algún despistado se le ocurre exhibir su talento de derecha en el evento). En tanto, los familiares de los asesinados lloran a sus muertos desde la fachoesfera; admirable palabreja de tan ‘admirado’ presidente al que gusta amnistiar a criminales, prófugos de la justicia y empatizar frente a la pantalla de cine con los que lloran a sus seres queridos.
Ahora comenzaran a repartirse culpas de izquierdas a derechas para justificar la pasividad, el desinterés y la precaria justicia española con ministerios ocupados en beneficios más rentables que la vida de aquellos que se la ganan honradamente.
Entendiendo la ecuación no hace falta ejecutar resoluciones. Y si no, vaya usted y pida cuentas a Twitter, la nueva factoría de intelectuales izquierdistas con destino la Moncloa.
pepe
Muy bien explicado perfecto