Sánchez, reverenciando al príncipe árabe

Ahí lo tienen, el empoderado feminista, defensor de los gays, misionero de los derechos humanos y abanderado de la igualdad rindiendo pleitesía a Mohamed bin Salmán; estado que persigue y asesina a homosexuales y somete a la mujer a todo tipo de vejaciones, incluida la violación. Un país que vulnera los derechos humanos y ejerce la esclavitud (robo de pasaportes a inmigrantes una vez pisan territorio saudí).

Sánchez, que felicita a Hamás, pero se niega a reverenciar a Felipe VI, no muestra reparo en babear con el carnicero que ordenó descuartizar al periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul. Así actúa la izquierda radical; reescribiendo la historia y codeándose con asesinos.

¿A que ha ido Sánchez a Arabia Saudí? ¿A demandar el papel de la mujer en oriente medio? ¿La entrada de la saudí STC Telecom en Telefónica? “Ha sido una reunión absolutamente inspiradora que demuestra el papel que están teniendo las mujeres en la sociedad, la política, la academia y el deporte” afirma con el cuajo de un sociópata acobardado ante la mirada del príncipe saudí; tan inspiradora que las mujeres en ese país necesitan del consentimiento del varón incluso para ir al ginecólogo.

Recordemos que Qatar, país sunita, practica el islam más radical de todos. Promueve la ideología de los Hermanos Musulmanes, regala mensualmente 20 a 25 millones a Hamás para armamento y la creación de un sofisticado aparato militar para degollar a los judíos, además de financiar a los talibanes. Pero la culpa es de Israel que corta los suministros a Gaza. Una perla petrolera corrupta a la que Sánchez reverencia al igual que hace con sus aliados etarras, separatistas y asesinos a cambio de poder.

Y atrincherado con la mafia y el crimen tiene la desvergüenza de amenazar de nuevo al único estado moderno, libre y democrático en oriente medio; Israel; “veremos qué acciones tomamos contigo”, apostilla el socio de Puigdemont y Otegui. Imagen tétrica, deshonrosa, de la España corrupta que asiente y calla.