Ronda

Agresión racista: «Me dijo que me fuese a mi país y empezó a golpearme con el bolso y a tirarme de los pelos»

Una mujer peruana de 64 años de edad denuncia en la Comisaría haber sido agredida e insultada por una desconocida en la estación de autobuses

Olga muestra la denuncia que ha presentado esta misma tarde en la Comisaría.

«Eran las dos de la tarde de este miércoles y acababa de realizar la compra del día. Me acerqué a la estación de autobuses para ver los horarios de las salidas, ya que vamos a pasar las Navidades en Málaga. Fue en ese momento cuando una mujer me empujó y me puso una zancadilla», relata a este periódico Olga, una peruana de 64 años de edad que desde hace dos años reside en Ronda con sus hijos.

Posteriormente, esa mujer a la que no había visto nunca antes en su vida, le profirió varios insultos y frases racistas, como; «anda y vete a tu país», «ladrona», «aquí no te queremos», ante la incredulidad de Olga, que no se explicaba el motivo de aquel inesperado ataque. Pero la cosa no quedó ahí, ya que seguidamente la agresora empezó a golpearla con un bolso en la cabeza y a tirarle de los pelos».

En esos momentos pasó una chica joven por el lugar que logró apartar a la agresora de su víctima, que finalmente se refugió en el quiosco de la estación de autobuses, donde fue atendida por otros transeúntes.

Tras alertar de lo ocurrido la Policía, lograron localizar a la presunta agresora en un bar de la zona, donde fue identificada por los agentes, comprobándose que no era natural de Ronda. «Esta mujer hablaba entre español y alemán y tendría entre 38 y 40 años de edad», comentaba Olga tras lo sucedido.

Posteriormente Olga se dirigió hasta Urgencias, donde según consta en el parte médico se pudo constatar que presentaba varias contusiones, erosiones en el cuero cabelludo, así como un latigazo cervical. Al relatar lo sucedido esta tarde a este periódico, afirmaba que aún se encontraba mareada y muy nerviosa.

«Siempre me han tratado muy bien en Ronda y no entiendo a qué a venido esta agresión racista que he sufrido», comentaba la súbdita peruana tras haber presentado la correspondiente denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional.

Ahora, tanto ella, que aún tiene metido el susto en el cuerpo, como sus dos hijos: Natali y And, sólo esperan que se haga justicia y que esta presunta agresora racista se enfrente las consecuencias judiciales que le correspondan por esta injustificada agresión.


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