Ronda

Benarrabá se convierte en un núcleo permanente de nómadas digitales que quieren trabajar en el pueblo

Se trata de un proyecto impulsado por la Asociación Rooral quien, en colaboración con ayuntamientos de zonas rurales, ofrece experiencias de teletrabajo en distintos pueblos de España

Dos jóvenes trabajan en un pueblo del interior de la provincia de Málaga.

Un grupo de 12 personas procedentes de 8 nacionales distintas han dado el pistoletazo de salida a una experiencia piloto celebrada este mes de mayo en Benarrabá en el marco del proyecto Rooral, que busca convertir esta localidad andaluza en un núcleo permanente de acogida de nómadas digitales que buscan un entorno rural para teletrabajar y convivir.

Esta experiencia llega después de otras similares anteriores impulsadas por los responsables de este proyecto en la localidad. Estas experiencias, hasta ahora puntuales, dan ahora un paso adelante al establecer Benarrabá como destino permanente donde los participantes de este programa puedan residir, trabajar y convivir con los residentes locales.

En adelante, los trabajadores que quieran desplazarse hasta Benarrabá para teletrabajar podrán disfrutar de un entorno rural inigualable, donde podrán desconectar y formar parte de una acogedora comunidad local. El pueblo cuenta con un amplio y equipado espacio de coworking, que hace las delicias de los usuarios, así como de una red de casas típicas que permiten a los teletrabajadores reconectar con sus raíces sin renunciar al confort, a la vez que disfrutan del Genal y la serranía de Ronda. Las personas que vienen se van encantadas, con lazos subrayando que ahora tienen un pueblo al que volver” señala Juan Barbed, responsable de Rooral.

‘Rooral’ es una iniciativa que, en colaboración con los ayuntamientos de las zonas rurales, crea experiencias de teletrabajo para personas que quieren convivir con el medio rural. Ofrece a los teletrabajadores un paquete turístico que incluye alojamiento, un espacio de coworking y actividades socioculturales que ayudan a los participantes a reconectar, aprender y disfrutar del entorno rural.

Al hacerlo de la mano de la comunidad local se busca que haya convivencia y que suponga un ganar para ambas partes. Si bien lo que más valoran las localidades al inicio es el impulso económico que supone en temporada baja, luego se dan cuenta que las relaciones y colaboraciones que surgen de esta convivencia son incluso más valiosas, ayudando a crear una nueva narrativa de oportunidad y apreciación cultural en los pueblos.

En colaboración con la Noria, la Diputación Provincial de Málaga y la Fundación La Caixa, la asociación Rooral ha desarrollado una guía de teletrabajo rural para poder llevar este modelo a otros municipios de la zona.
“Hay pueblos que quieren apostar por este modelo de turismo más lento y relacional de teletrabajo por el impacto social, demográfico y económico que supone, pero que no saben muy bien cómo hacerlo. Por eso, hemos creado una guía de teletrabajo rural que incluye un autodiagnóstico, para que los pueblos interesados puedan saber más, autoevaluarse y comprobar si cumplen los requisitos para atraer a teletrabajadores”, concluye Barbed.


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