Cultura y Sociedad

Salvador Aguilera, doctor en Teología por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma

El sacerdote rondeño defendía su tesis doctoral en Teología, con especialización en Liturgia, el pasado 1 de marzo en el Vaticano

El sacerdote rondeño durante la presentación de sus tesis doctoral en Roma.

El pasado día 1 de marzo defendía su tesis doctoral en Teología, con especialización en Liturgia, Salvador Aguilera López, natural de Ronda y presbítero de la Archidiócesis de Toledo, que trabaja como oficial del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

El acto de la defensa, que tuvo lugar en el aula magna de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, contó con la presencia del arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves y del obispo auxiliar Francisco César García Magán. Además, se trasladaron a la ciudad eterna el vicario episcopal para asuntos económicos, el ecónomo diocesano y el delegado episcopal para la religiosidad popular, hermandades y cofradías de aquella Archidiócesis.

Por parte del dicasterio vaticano participaron el cardenal Arthur Roche, prefecto, el arzobispo Francesco Vittorio Viola, secretario, y el obispo Aurelio García Macías, subsecretario. También estuvo presente el arzobispo Alejandro Arellano Cedillo, decano del Tribunal de la Rota Romana, y el arzobispo Piero Marini, presidente emérito del Pontificio Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales.

El sacerdote Salvador Aguilera, tras leer su tesis doctoral

Entre los presentes se encontraban, además de la familia de Aguilera, los sacerdotes de su archidiócesis que estudian o trabajan en Roma. Igualmente, participó un gran número de religiosas y amigos, que residen en Roma o proceden de la parroquia de Santa María «Stella Maris» de Ostia, donde el presbítero rondeño desempeña su ministerio pastoral cada domingo.

La tesis «La Instrucción Calendaria particularia. Génesis y comentario», ha sido dirigida por el profesor José Luis Gutiérrez Martín. La elección del tema, según ha manifestado su autor, se debe a que «es el documento que recoge la reforma del Concilio Vaticano II con respecto a los calendarios particulares y los propios de los oficios y misas. Este documento, pasados 50 años, aún necesita ser conocido y aplicado. Por poner un ejemplo, en él han de mirarse los calendarios propios de una nación, región, diócesis o familia religiosa. Además, la elección del tema es fruto del trabajo que hago cada día en el Dicasterio para el Culto Divino y la Discipina de los Sacramentos, donde llevo a cabo mi ministerio desde el año 2013».

La tesis doctoral ha sido la culminación de muchos de años de trabajo, como él mismo relata: «antes de llegar a Roma, terminé la Licenciatura en Teología litúrgica en la Universidad Eclesiástica de Madrid, con una tesis de licencia sobre «El uso de la Escritura en el Tractatus de Baptismo de san Paciano de Barcelona», dirigida por el actual obispo de Asidonia-Jerez, Monseñor José Rico Pavés. Posteriormente, el arzobispo primado Braulio Rodríguez Plaza me envió a Roma en 2012 para especializarme en Liturgias Orientales, cuminando la licenciatura con la tesina «Elementos orientales en el Ordo Missae Hispano-Mozárabe», dirigida por el actual Exarca para los católicos de Rito Bizantino en Grecia, Monseñor Manel Nin, en 2015. Tras realizar, en años posteriores, los cursos de Especialización en Arquelología Sacra y Postulador de Causas de Santos, me decidí por inscribir mi doctorado en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma, así que, en total, han sido 4 años de trabajo, que han dado como fruto esta tesis doctoral».

El sacerdote Salvador Aguilera, tras leer su tesis doctoral

Entre las conclusiones más destacadas de la tesis, el nuevo doctor señala «el haber podido recoger en un solo volumen todos los documentos necesarios para confeccionar un calendario particular y un propio de los oficios y misas. A la tarea de recolección de textos, le ha seguido la de traducir del latín al español para facilitarle la vida a aquellos que no conozcan esta lengua; he traducido 22 de los 26 documentos que se encuentran en el apéndice documental. Además, las introducciones generales y particulares a cada uno de los cinco capítulos, ayudarán al lector a introducirse en el mundo de los calendarios y los propios, de los que brota una eclesiología de comunión: ya que el calendario particular y sus celebraciones se hacen en consonancia con las celebraciones del calendario romano general, por tanto, la iglesia particular late al unísono con la Iglesia católica o universal»

Con respecto a la utilidad de su investigación para el cristiano de a pie, Salvador Aguilera destaca que «las 344 páginas que componen esta tesis doctoral quieren ser una ayuda para hacer descubrir la riqueza de la Liturgia, celebrada en la Iglesia Universal y en la Iglesia particular. En el calendario de esta última se encuentran las celebraciones propias de la diócesis: patrono, aniversario de la dedicación de la iglesia catedral y los santos y beatos que han nacido, han desarrollado su apostolado o han muerto en el territorio diocesano; por tanto, es el reflejo de la historia de la Iglesia que peregrina en ese lugar concreto. Por otro lado, regula la vida litúrgica; el Romano Pontifice ha encargado al Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos que promueva la reforma conciliar, reglamentando la vida litúrgica y vigilando a fin de que sean observadas. Ojalá el fruto de esta tesis doctoral sea la revalorización de la liturgia en los diversos entes que forman parte de la Iglesia Universal. También el amor a la Iglesia y al Papa se han de reflejar en el amor y el respeto de las normas litúrgicas».

El sacerdote Salvador Aguilera, tras leer su tesis doctoral

Trabajando en la Santa Sede al servicio del Papa, ¿qué subrayaría de la Liturgia y el papa Francisco? Como recuerda este experto en el tema, «el pasado 8 de febrero, el Santo Padre recibía a los participantes de la Plenaria del Dicasterio para el Culto Divino. En su discurso subrayaba los objetivos de la reforma conciliar: acrecer la vida cristiana de los fieles, adaptar las instituciones a las necesidades de los tiempos, favorecer la unión de todos los creyentes en Cristo y revigorizar lo que sirve para llamar a todos a la Iglesia. Y todo esto el Papa Francisco lo resumía en un trabajo espiritual, pastoral, ecuménico y misionero. Este es el empeño litúrgico del Santo Padre que quiere que el Pueblo de Dios crezca en la conciencia y en la alegría de encontrar al Señor celebrando los Santos Misterios».


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