Cultura y Sociedad

Estrategias de éxito en tus apuestas: Comparando el riesgo y el beneficio

Cada vez son más las personas que prueban suerte con las apuestas deportivas. Teniendo en cuenta que España es un país en el que tradicionalmente hemos sido de quinielas de fútbol y porras en los bares, no es extraño que páginas web como 22bet hoy día tengan gran éxito entre la ciudadanía. Y es que en estas páginas es posible apostar a tus deportes favoritos o por tu equipo favorito y si la suerte te acompaña, llevarte algo de dinero por ello.

Sin embargo, para que esta operación sea exitosa es conveniente tener en cuenta algunos detalles respecto a cómo funcionan las casas de apuestas y los sistemas de cuotas. El más importante es el que relaciona el riesgo y el beneficio en las apuestas, algo que afecta a todos los mercados actualmente existentes, y que nos informa de cuál va a ser el nivel potencial de beneficio que podemos tener en función del riesgo declarado de cada puesto. Veamos en detalle cómo funciona este sistema.

 

Las cuotas en las apuestas deportivas

Cuando se trata de hacer apuestas deportivas, tenemos una serie de deportes en los que escoger y también diferentes mercados en los que probar suerte. Entendemos por mercados las ligas de cada deporte en las cuales tenemos la posibilidad de apostar. Dado que la cobertura es muy amplia conozcamos cuáles son los deportes más destacados para hacer nuestras apuestas.

  • Fútbol
  • Tenis
  • Baloncesto
  • Fórmula 1
  • Boxeo
  • Deportes electrónicos

Todos estos deportes tienen un elemento en común cuando de apuesta se trata: la cuota. Esta cuota es la que nos dice cuánto dinero vamos a ganar si conseguimos acertar con nuestro pronóstico y aunque inicialmente se calcula por parte de la casa de apuestas, posteriormente puede variar en función de las apuestas que vayan realizando los clientes. No obstante, esta cuota sirve como indicador del nivel de riesgo de la apuesta que vamos a realizar, así que conviene entender bien su funcionamiento.

Qué es una cuota

La cuota nos indica cuál va a ser el pago que vamos a recibir por una apuesta acertada en cualquier deporte y en cualquier parámetro de los disponibles para apostar. Como ejemplo, si en un partido la victoria de un equipo se paga dos a uno, quiere decir que por cada euro que invirtamos en esa apuesta recibiremos dos si el equipo seleccionado por nosotros consigue ganar el partido. Así que esta cuota es una forma muy sencilla de saber cuánto vamos a poder ganar en caso de que nuestra apuesta sea la correcta.

Pero esta cuota también nos indica el riesgo que vamos a tener de perder nuestra apuesta. En el caso en el que esa cuota sea de 2 a 1, podemos entender que las posibilidades de que gane el equipo que estamos seleccionando son el doble a las que tiene el otro equipo de ganar y en consecuencia, el nivel de riesgo que vamos a afrontar a la hora de hacer esa apuesta va a ser el doble del que tendríamos si apostamos por el primer equipo. Generalmente, esto no es así de cerrado, pero sí es cierto que la cuota nos va a marcar el nivel de riesgo, de modo que cuanto mayor sea este, mayor va a ser el pago que vamos a conseguir por nuestra apuesta.

Este aspecto no resulta novedoso en cuanto a que todos los juegos de azar, tanto desde las tragaperras hasta las apuestas deportivas, vinculan el nivel de riesgo con el premio a recibir. En el caso de la lotería, por ejemplo, generalmente solo tenemos una probabilidad entre 100.000 de conseguir el premio más elevado y por eso este es el más grande de todos. Cuando se trata de tragaperras, existen combinaciones de símbolos que tienen muy pocas probabilidades de salir en pantalla y por eso pagan los mejores premios. En el caso de las apuestas, pasa lo mismo, aquellos eventos más complicados o incluso que estén cerca de ser imposibles, se pagan a cuotas mucho más elevadas que aquellos que puedan darse como seguros.

Buscando el equilibrio

Llegados a este punto ya tenemos los ingredientes necesarios para saber cómo equilibrar adecuadamente nuestras apuestas deportivas. Si eres un usuario con una cierta aversión al riesgo y prefieres optar por soluciones seguras, seguramente te convenga apostar en cuotas pequeñas que no pasen generalmente de 2 a 1 o 3 a 1 y en las que las posibilidades de que el evento se cumpla sean mayores. En estos casos puedes aportar con algo más de dinero para obtener algo de rentabilidad.

La otra alternativa serían aquellos usuarios que prefieren apostar por eventos muy poco seguros y en los cuales las cuotas sean altas. Es cierto que la mayor parte de las veces acabarán perdiendo su dinero, pero en el momento en que acierten una de estas apuestas extrañas, probablemente los recuperarán con beneficios.

Como tercera vía tendríamos la posibilidad de equilibrar ambos elementos de manera que realicemos apuestas de mayor riesgo y menor riesgo en función de nuestras preferencias. Esta es la táctica más usual entre los usuarios, dado que permite disponer de ingresos puntuales al acertar algunas de las cuotas seguras y reforzar estos con aquellas cuotas altas en riesgo y pago que puedan surgir.


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