Las adaptaciones televisivas de videojuegos como The Last of Us, Fallout o The Witcher triunfan en streaming… y al fin están dando los resultados que las desarrolladoras querían. Un reciente estudio revela que estas series impulsan el crecimiento de jugadores hasta en un 140% de media, incluso en sagas que llevan muchos años sin traer un producto nuevo.
Un efecto rebote claro
Un estudio de Ampere Analysis muestra que, tras el estreno de una serie basada en videojuego, la comunidad de jugadores crece en promedio un 140%. Es un número mucho más alto comparado con las adaptaciones a la gran pantalla, cuando los jugadores apenas suben un 48%.
Entre los ejemplos de esta tendencia, está la saga Fallout. La serie se estrenó en abril de 2024, lo que provocó un aumento del 490% en usuarios activos mensuales de la franquicia, de los que un 80% eran jugadores nuevos. Esto incluye juegos como Fallout New Vegas, basado en los alrededores de la famosa ciudad por sus tragaperras online. Fallout Shelter, el juego de móvil basado en gestión de refugios, vio cómo sus beneficios diarios se cuadruplicaron poco después del lanzamiento de la serie.
Con la serie de The Last of Us se vio algo muy similar, con una base de jugadores que aumentaba en un 150%, incluso sin que se añadiera contenido nuevo al juego. Por su parte, el relanzamiento para PS5 de The Last of Us Part II produjo un crecimiento del 70%.
Lo que ganan los creadores de videojuegos
Entre las cosas que desarrolladores y compañías han ganado con estas adaptaciones, está sobre todo la visibilidad ante nuevos públicos. Las series permiten llegar a personas que quizás no se ven atraídas por los videojuegos. Sin embargo, al ver una historia adaptada, facilita la entrada al universo del juego, pudiendo rascar nuevos usuarios.
Además, supone una forma de monetización indirecta. Aparte de los ingresos generados por streaming, licencias o merchandising; el propio juego ve aumentos en ventas, microtransacciones…
Otro de los factores que menos se tienen en cuenta es que ayudan a ver a los desarrolladores por dónde pueden seguir con sus productos nuevos. Por ejemplo, con la nueva temporada de Fallout, aún pendiente de estrenar, ha generado mucho ruido entre los aficionados por una posible remasterización de Fallout New Vegas. El juego, que contaba con las mejores slots de Betfair de la época como minijuego dentro del mismo, podría recibir la actualización gráfica tan deseada para funcionar en las consolas de nueva generación.
Un cambio de percepción
Anteriormente, muchas empresas de videojuegos veían las adaptaciones como algo secundario, una simple licencia que podía generar ingresos extraordinarios pero con poca o nula repercusión en lo fundamental: el juego en sí. Pero, hoy en día, los números están cambiando esta visión. Los creadores ya ven que una buena adaptación puede suponer una palanca estratégica para revitalizar franquicias, incluso las que llevan muchos años paradas, además de conectar con nuevas audiencias y reforzar su modelo de negocio.