Cultura y Sociedad

Los límites te darán libertad para apostar de forma responsable

Las apuestas en línea son una forma de entretenimiento cada vez más popular. Se debe a varios motivos, entro los que están la accesibilidad, la adrenalina propia de las apuestas y, por supuesto, que se maximiza esta emoción cuando se trata de un casino online dinero real. Esa sensación de balancearse entre el control y el azar es, indudablemente, atractiva para nuestra psique. En sí mismas, estas actividades no tienen por qué ser perjudiciales, siempre que se mantengan en los límites saludables para no caer en las adicciones.

Debido a la naturaleza de las apuestas, la responsabilidad se convierte en parte indispensable de las herramientas de las que debe disponer el jugador, tal como cualquier otra que utilice para participar en los juegos. Servirá como forma de protegerse, al tiempo que le dará un margen de libertad muy bien delimitado, en el cual podrá desenvolverse con soltura y sin preocupaciones.

Hay dos tipos de límites que deben establecerse, como mínimo: el presupuesto y la cantidad de horas semanales.

Empecemos por el dinero

Lo más fundamental de las apuestas es no jugar con dinero que no se tiene. Esa máxima debe estar muy clara, que será la que indique que no se puede pedir dinero prestado para jugar, bajo ninguna circunstancia. No es una emergencia ni algo excepcional, sino una actividad de ocio, por lo que no tiene mérito para endeudarse.

Lo siguiente es comprender que el dinero de las necesidades básicas no debería comprometerse en el juego. Da igual si las ganancias de las apuestas son altas porque tener límites establecidos hará una barrera para que no se vuelva algo personal o que afecte a la vida cotidiana. Es decir, mantendrá la claridad respecto a lo que es el juego y lo que es la realidad.

Para seguir delimitando, lo idóneo es que haya un presupuesto para ocio. Ese sí se podría disponer para jugar con libertad. Por ejemplo, si en tus finanzas mensuales has decidido destinar 100 euros al entretenimiento, limítate a ellos. Si se te complica mantener tus propias reglas, pon un obstáculo, como transferir ese dinero a una cuenta separada del resto de tus finanzas y que sea solo es la que tengas afiliada a los casinos y apuestas, tanto para retirar como para depositar. Lo mejor es que diversifiques el presupuesto que tengas para ocio en otras actividades.

Por último, la recomendación que podemos darte para que tengas el control absoluto de la relación entre tus finanzas y las apuestas, es que solo juegues con el dinero que ganes de esa misma fuente. Es decir, si inicias el mes con 100 euros, si ganas más, apuesta eso. Y si terminas el mes con 70 euros, el siguiente juega con solo eso. Lo más delimitante es que no toques tus finanzas personales en lo absoluto para que no cubras los déficits de los juegos de azar. Pero no deja de ser válido si quieres completar esa diferencia y el siguiente mes reponer los 30 euros faltantes del ejemplo.

El tiempo es igual de relevante

El tiempo que le dedicamos a cada actividad a diario o semanalmente afecta a nuestra mente. La repetición rutinaria hace al hábito, sin hacer distinción de cómo nos perjudica o beneficia. Es por eso que es tan relevante establecer un límite máximo de horas semanales antes de comenzar a jugar de forma regular.

Un ejemplo saludable podría ser hasta 5 horas semanales. Si quisieras añadir más horas, podrías comentarlo con un terapeuta para que te ayude a balancear ese tiempo de ocio con otras actividades fuera de las obligaciones. Pero aunque te parezca poco, evalúa el impacto de esa cantidad de tiempo semanal en tu vida: cuántas horas le dedicarías al gimnasio, a aprender un idioma, hacer horas extras pagas en el trabajo, salir con amistades que no ves por falta de tiempo, preparar la comida de la semana, etc.

Es menester advertir que no debes caer en las tan famosas “rachas”. Aunque pienses que tienes suerte esa semana y que has ganado mucho dinero, sigue siendo un sesgo para confirmar que “deberías” seguir jugando para aprovechar de ganar más a tu “inversión” de tiempo y capital. Esa conclusión lo que hace es reforzar el pensamiento mágico y alimentar con falsos argumentos que quieres seguir jugando. Detéctalo para que no caigas en ese discurso; la realidad es que la suerte es azar, que no depende de ti y estás jugando por ocio y no por ganar dinero.

Para poder comedirte, el consejo de ponerte obstáculos se repite. Haz uso de aplicaciones que bloqueen de forma temporal otras apps que tengas en el móvil para apostar. Por supuesto, podrías desactivar esta función cada que tengas ganas de volver a participar, pero ese paso extra es una dificultad más que tu mente tendrá que sortear.

Y, por último, dedica tu tiempo y dinero a otras fuentes de ocio. Si te gusta el entretenimiento digital, haz uso de las redes sociales, ve series y películas, juega videojuegos (o hasta juega en casinos como mecánicas integradas en los videojuegos), lee (sean libros o cómics), etc. La actividad física siempre será una gran opción para el bienestar de tu cuerpo como para mantenerte alejado de la tentación de las apuestas.


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