El portavoz del Grupo Municipal del PP, Ángel Martínez, ha acusado al PSOE de Ronda de estar intentando manipular a los trabajadores de la empresa pública de limpieza, Soliarsa, para que vayan a la huelga y de estar utilizando este conflicto laboral «con fines políticos».
Hay que recordar que el sindicato CC.OO ha anunciado este martes que próximamente los trabajadores de Soliarsa irán a la huelga para «defender sus derechos».
En una rueda de prensa Martínez, que además de portavoz del equipo de Gobierno es también el delegado de Personal en el Ayuntamiento, ha indicado que «no nos sorprende que los trabajadores quieran ir a la huelga y que la hagan coincidir en verano, que es cuando más daño pueden hacer a Ronda».
Además ha señalado que el representante sindical de los trabajadores, José Ramón Barragán (que próximamente va a tomar posesión del acta de concejal en sustitución de Álvaro Bautista, que ha dimitido) «está teledirigido por el señor Francisco Cañestro (portavoz del Grupo Socialista) con el fin de utilizar con fines políticos este asunto».
El delegado de Personal igualmente ha recordado que el equipo municipal de Gobierno lleva dos años negociando con el comité de empresa de Soliarsa y «no han querido aceptar ninguna de nuestras propuestas para mejorar sus condiciones laborales, y todo porque en este asunto el PSOE ha metido sus manos hasta el fondo».
Finalmente ha puntualizado que «no hay voluntad negociadora y con la huelga lo que pretenden es dañar la imagen y la salubridad de Ronda. No vamos a permitir que el PSOE tome como rehenes a los trabajadores de Soliarsa».
No quieren trabajar los domingos
En el fondo del conflicto que mantienen los sindicatos con el Ayuntamiento está su negativa a que realicen las labores de limpieza los domingos, ya que consideran que así está recogido en su convenio colectivo.
Para que el servicio se mantenga también los domingos, desde el equipo de Gobierno se ha propuesto que los trabajadores realicen un turno de limpieza en domingo al mes, que sería remunerado económicamente, pero los representantes sindicales se niegan a ello.