Resumen del proyecto final de carrera del recientemente titulado arquitecto por la Escuela de Arquitectura de Málaga, Javier López Gabarrón (texto e imágenes).
Sólo tras visitar la Serranía de Ronda, uno es consciente del gran patrimonio que ésta esconde. La Cueva la Pileta con sus pinturas rupestres del paleolítico, los diferentes Dólmenes de Montecorto y Ronda, la Cueva del Gato, las torres vigías del Reino Nazarí… y Acinipo.
Cuando uno visita Acinipo, se sobrecoge. Acinipo, antigua ciudad romana, cabeza de comarca de la Serranía, era una gran ciudad que llegó a tener 2.000 habitantes y que existió antes que Arunda, la actual Ronda. En ella existían murallas, termas, un gran teatro (actualmente el mejor conservado de Andalucía), templos, un foro y sus propias torres murarias.
El yacimiento arqueológico, declarado BIC en el 2011 tras empezarse a construir bodegas en el perímetro del yacimiento, se encuentra actualmente en un estado deplorable. El acceso y espacio de recepción, fruto de diferentes intervenciones en el tiempo, por razones diferentes, consta de una caseta del guarda, una pérgola como único espacio en sombra en las 32 hectáreas de yacimiento, y un módulo prefabricado de cuarto de baño.
Cada pocos años se inician nuevas campañas de excavaciones que poco a poco van sacando a la luz nuevos restos y trazas de antiguos edificios. Los nuevos descubrimientos se van repartiendo entre el Palacio de Mondragón, la Casa del Moro, el museo de Ronda y Málaga o se quedan en el propio yacimiento en superficie.
Por todo ello, veo en Acinipo una gran oportunidad de realizar un proyecto que vuelva a poner en valor este yacimiento, que ordene las diferentes escalas del yacimiento, que explique qué ocurrió y qué había en Acinipo, que reúna todas sus piezas y descubrimientos, y que sea un espacio cobijo con diferentes equipamientos que estén a la altura de lo significó esta gran ciudad.
Diseño de un nuevo museo, albergue y plaza de recibimiento de visitantes, estrategias proyectuales
El objetivo principal de la intervención es reordenar las diferentes escalas del yacimiento y volver a poner en valor la ciudad y sus restos. Desde el acceso al yacimiento, a cómo se conecta el espacio de recepción de visitantes con éste y cómo actuar a escala general con los restos en superficie.
La idea de partida es la creación de un nuevo espacio o plaza refugio, mediante una gran cubierta que surge de la ladera como un plano horizontal, que se integra en el paisaje continuando el manto verde sobre esta cubierta ajardinada, creando un gran espacio horizontal en sombra, protegido de los agentes externos, que da acceso a los diferentes usos propuestos, que mira al paisaje y que se alinea con el eje principal de la ciudad (eje Documano) y la gran escena del teatro.
Una plaza que alberga los restos protohistóricos, que son los más antiguos y que por fin son puestos en valor al abrazarle la plaza. Un espacio interior-exterior, con patios y una gran parra que varía a la vez que varía el paisaje a lo largo del año, generando sombra en verano y dejando pasar el sol en invierno.
Para la materialización del proyecto, se propone la reutilización de los materiales autóctonos y el uso de sistemas constructivos sostenibles
Se propone una reutilización de las piedras, bolones, gravas y tierras provenientes de los movimientos de tierra para ejecutar los diferentes elementos constructivos.
Los muros se realizarán en hormigón ciclópeo de mortero de cal hidráulica natural amasada con la tierra, piedras y bolones reciclados de los movimientos de tierra, una solución ecológica y respetuosa con el emplazamiento.
No existirán instalaciones complejas; los pocos recursos de los que dispone el yacimiento debido al carácter rural del emplazamiento harán que el reciclaje del agua (manantiales, lluvia y pozos) y los sistemas de ventilación híbridos sean clave para el correcto funcionamiento del edifico.
Todo en una propuesta de arquitectura sostenible, respetuosa con el entorno y con los restos, con una baja huella de carbono, y unas instalaciones eficientes adaptadas al carácter rural del emplazamiento.
Así pues, Acinipo contará con un Centro de Recepción de Visitantes a la altura de lo que fue la ciudad.
Arquitectucho
Como publicación para destacar la importancia de Acinipo me parece correcto. Por favor, no empecemos la casa por el tejado. Lo primero es invertir en «empezar» a descubrir lo que esconde el lugar. Ya habrá tiempo para equipar la zona. El problema actual de todas las ruinas que tenemos en Andalucía es el escaso interés que ofrece a la población general (culturalmente estamos en mínimos), donde se prefiere visitar centros comerciales frente a zonas históricas. Por lo que la puesta en valor pasa por generar un uso compatible en la zona, como foco de atención, donde dicho uso se establezca e integre en la zona.
En cuanto a la propuesta del Centro de recepción, si bien la intención y puntos de partida son buenos, el resultado es pésimo, carente de integración en el lugar, recurriendo a tópicos arquitectónicos, fuera de escala e incluso compitiendo con el Anfiteatro.
Carlos j.
Solo decirte una cosa, la palabra que has utilizado para empezar tu comentario me parece una falta de respeto hacia la persona que ha hecho el proyecto y que seguramente se ha pasado más de un año haciendo ese proyecto que , gratuitamente tu, criticas.
Alicia
Magnífico proyecto de integración y puesta en valor de la ruina. Felicidades por tu trabajo. Llegarás lejos.