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Plantas de la Serranía de Ronda: Tomatillo del Diablo

Tomatillos del diablo, tomatillo negro, tomatillos. Solanum nigrum

Imagen de unos tomatillos del Diablo localizados en la Serranía. Foto Pasolargo.

Las Solanaceas es una de las familias de plantas más grandes y extendidas por todo nuestro planeta. Se han descubierto más de 2.500 especies pertenecientes a esta familia tan particular y son capaces de influir en nuestra vida de formas muy diferentes. Dentro de esta importante familia se incluyen algunas de las plantas más tóxicas y venenosas del planeta, y también hortalizas fundamentales para la alimentación humana. Muchos de los vegetales que comemos a diario y con más asiduidad son plantas solanáceas, como la patata o el tomate.

Las solanáceas son una familia que se encuentra dentro de las plantas angiospermas. Suelen ser o bien herbáceas o arbustivas. Agrupadas en aproximadamente 95 géneros se han descubierto más de 2.500 especies distintas de esta familia tan particular. Además, las solanáceas cuentan con una amplia distribución, tanto en regiones tropicales y cálidas como templadas y frías. Sin embargo, la mayoría se agrupan en el continente americano y otras pocas por la zona de Eurasia, África y Australia.

Estas plantas, debido a su amplia variedad pueden ser anuales, bianuales o perennes. Otro rasgo común es que suelen tener en su mayoría tubérculos subterráneos. Sin embargo, la parte más característica de esta familia es su alto contenido en alcaloides propios que son perjudiciales para la salud si estos se encuentran en niveles altos.También tienen muchas de ellas usos farmacéuticos.

La importancia económica de estas plantas a nivel mundial es enorme, pensemos en los cultivos de alimentos como la patata, el tomate o el pimiento. Y del mismo modo también tiene su importancia económica el cultivo de otra de sus especies.

Por último, también queremos destacar algunas plantas de esta familia que a pesar de no contar con estos frutos tan llamativos, sí son muy valoradas por su belleza, como el caso de las petunias. Y es que todas las solanáceas ofrecen un regalo a la vista en su época de floración.

Su composición química incluye alcaloides, como la atropina, hiosciamina o nicotina, comunes en muchas especies tóxicas de esta familia.

Las solanáceas también contienen otras sustancias, como la capsaicina, una oleorresina que suele causar un leve efecto irritante y de sabor picante, como sucede en el caso del chile. Por último, cuentan con solanina. Este glicoalcaloide tóxico y de sabor amargo se encuentra de manera natural en las hojas, los frutos y los tubérculos de algunas solanáceas comestibles. De ahí que no sea recomendable comer estas verduras si vemos que tras quitarle la piel la capa que resta es de color verdoso. Puede causar problemas estomacales y otros síntomas graves a nuestro organismo.

En el listado de plantas solanáceas comestibles se incluye el Tomate, Berenjena, Chile, Pimiento, Patata, Bayas de Goji.

Entre las Solanáceas tóxicas podemos citar Tabaco, Uvas del diablo, Belladona, Tabaco de pastor, Estramonio, Mandrágora, Beleño y el Tomatillo del Diablo.

El Tomatito del Diablo es un planta herbácea anual de hasta 80 cm, con frecuencia los ejemplares de mayor tamaño tienen la base leñosa. Tallos a veces postrados, de habitual erectos, ramificados y por lo general sin pelos y sin glándulas. Hojas de hasta 7 cm de longitud, de ovadas a rómbicas, algo lanceoladas, de extremo agudo y margen entero, algo lobulado o dentado, con peciolo de hasta 4 cm. Flores simétricas, de cinco piezas blancas, rosadas o violáceas, con pedicelo, en número de hasta 10 en inflorescencia de tipo cima umbeliforme . Fruto de tipo baya, subglobosa, sin pelos, verdoso en la maduración, prácticamente negro cuando maduro.

Crece bien en terrenos incultos, alterados, ricos en nitratos como escombreras, márgenes de caminos, cultivos y terrenos yermos. Siempre asociada a otras plantas de las consideradas como “malas hierbas”. Crece hasta una altitud de 1.200 metros.

Planta de amplia distribución, que habita en todos los continentes de la Tierra, salvo en las zonas heladas y desérticas, muy común en la Península Ibérica.

El nombre común hace referencia a la similitud de sus frutos con los de otra solanácea, a los tomates de la tomatera (Lycopersicum sculentum), con la particularidad que estos «tomates pequeños» o «tomatillos» de Solanum nigrum son tóxicos, de ahí que venga acompañado del atributo «del diablo». Toda la planta es venenosa, aunque las sustancias tóxicas solanina y solanidina (glicoalcaloides propios de solanáceas) están más concentradas en los frutos.

El tomatillo del diablo es es una planta muy tóxica, como otras muchas de la familia de las solanáceas. Su nombre común hace referencia al aspecto parecido a pequeños tomates que tienen sus frutos, y al carácter tóxico de los mismos, aunque la toxicidad se encuentra en todas las partes de la planta.

El envenenamiento con Tomatito del Diablo es más frecuente en niños, a los que llama la atención el aspecto de sus frutos, primero verdes y después negras, cuando maduran. La intoxicación provoca vómitos, dilatación de las pupilas, diarreas, vértigos y dependiendo de la cantidad ingerida, paro cardiaco y muerte.

Como contrapartida, los componentes de esta planta de propiedades narcóticas, se han usado incorporados a fármacos para aliviar las neuralgias y los dolores de estómago, además de para calmar la desazón que produce el picor en casos de eczema. No obstante, hay que reiterar la peligrosidad de la planta, por lo que hay que abstenerse de usarla como remedio casero medicinal.

Las toxinas de Solanum nigrum, presentes en toda la planta, también penetran a través de la piel por contacto, por lo que es mejor manipular la planta con guantes si se quiere arrancar de los jardines o huertos.

Bibliografía

https://www.regmurcia.com/

https://guadarramistas.com/

https://www.google.com/


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