Ronda

Loubna Khalfi pone cara a la necesidad de 500 personas

Agradece el trabajo de la iglesia Evangélica, que está pidiendo un local para los alimentos

Loubna prepara los alimentos que le han entregado para transportarlos en su silla de ruedas

Loubna Khalfi, 34 años, casada con un arriateño y madre de dos niñas de 2 y 14 años, es una de las caras de la crisis, y es que desde que su marido se quedó con un contrato de media jornada han tenido que recurrir a pedir ayuda para poder sobrevivir. A pesar de ello, lo hace con una sonrisa y no tiene ningún tipo de problema de salir a la luz pública para agradecer, en su caso, el trabajo que están realizando desde la Iglesia Evangélica de Ronda para prestarles ayuda, sin que el hecho de que ella sea musulmana suponga ningún tipo de problema.

Loubna lleva en esta situación desde hace tres años, cuando pasó de vivir con unos 1.000 euros mensuales a tener que hacerlo con 500. Una cantidad con la que tiene que hacer frente a los 300 euros que le cuesta su vivienda de alquiler, necesita unas condiciones especiales para ella que está en silla de ruedas y para su hija más pequeña que también tiene problemas de salud, y con los 200 euros restantes tiene que hacer frente a todos los gastos de un hogar. “Es imposible”, dice Loubna, que reconoce que algunos días su marido y ella han tenido que no hacer alguna comida para que sus hijas puedan hacerlo. “Si hay garbanzos se comen garbanzos, si hay lentejas pues comemos lentejas”, afirma, al tiempo que lamenta que no existan ayudas para alimentos tan básicos como el pan.

“Gracias a ellos estamos viviendo”, dice Khalfi refiriéndose a los miembros de esta iglesia, que insiste en que desde el primer momento que se decidió a cruzar el escalón de esta iglesia, les están prestando ayuda.

Ella es una sola de las familias que acuden a esta iglesia para poder alimentarse, siendo en la actualidad un 655 de los usuarios de nacionalidad española.

Además, en el último año las personas que son atendidas han pasado de 300 a unas 500, lo que supone un total de casi 170 familias, que reciben alimentos básicos procedentes del Banco de Alimentos. Legumbres, aceite, caldo, pasta o frutas en almíbar son algunos de ellos, aunque en ocasiones también pueden proceder a repartir fruta fresca y huevos.

El pastor de esta iglesia, Ezequiel Bernal, explicó que la mayoría de los beneficiarios no pertenecen a su comunidad, ya que “se trata de ayudar a los rondeños que lo necesiten”. En este sentido, también explicó que están realizando una campaña de recogida de firmas para respaldar la petición de un local que han cursado al Ayuntamiento de Ronda, y es que ante el volumen de alimentos que manejan aseguran que necesitan un mayor espacio para poder proceder al almacenamiento de los mismos.

De hecho, en próximas fechas recibirán una remesa de unas 15 toneladas, lo que hace que necesiten un espacio muy importante para poder guardar dichos alimentos.

 


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