Desde personas mayores hasta niños recién nacidos marcharon en esta singular comitiva, en la que los disparos de los trabucos, fusiles y cañones resonaban en la tarde rondeña

Aludió a la importancia de esta época romántica que marcó la vida de los andaluces en unos momentos muy difíciles, al tiempo que animó a todas las personas a sumarse en estos festejos, que recuerdan aquellos años llenos de romanticismo, de bandoleros, arrieros, luchas por recuperar la tierra y de pasiones

Antaño se celebraban en los campos de los alrededores de la localidad, hasta donde acudían los vecinos para disfrutar de una jornada de convivencia

Esta fiesta de raíces paganas consiste en que los vecinos salen a las calles del municipio ataviados, más que con disfraces, con distintos ropajes y harapos

Preserva la esencia y la tradición de sus orígenes, que se remontan al siglo XVI, y por ser la única de la provincia que cuenta con procesión el Sábado Santo

Vecinos y visitantes disfrutaron de tostones de castañas, buñuelos, anís, café y un pasaje del terror.