Día histórico para Genalguacil. El Laboratorio Internacional de Investigación Rural abrió sus puertas recientemente con la celebración de un acto inaugural que contó con la presencia de casi un centenar de vecinos. El espacio, situado en calle Real donde años atrás estaba instalada la oficina de Unicaja, llevará el nombre del vecino Francisco José Piñel Galache, haciendo un homenaje a su dedicación como director del banco durante 30 años.
“Hemos convertido el cierre en una oportunidad, desde aquí impulsaremos proyectos europeos para combatir la despoblación, podemos decir que a partir de hoy el futuro es rural”, expresó el alcalde de Genalguacil, Miguel Ángel Herrera, haciendo hincapié en el intenso trabajo y la “necesidad de reinventarnos”. Junto a él, estuvieron los codirectores del LAB, Marta Calvente y Joe Lockwood, y representantes de los diferentes socios europeos con los que el Pueblo Museo ha estado colaborando estrechamente durante los tres últimos años. Entre ellos, se encuentran instituciones destacadas como el European Institute of Innovation & Technology (EIT), NTNU: Norwegian University of Science and Technology, University of Cambridge, University of Galway, European Creative Business Network, Fraunhofer Gesellschaft zur. Foerderung der Angewandten Forschung, Stichting Dyne.org, Università degli Studi G. D’Annunzio Chieti Pescara, Uniwersytet Jagiellonski w Krakowie y la Federación Andaluza de Municipios y Provincias.
El tono europeo lo pusieron Jacob Jessen (director de la Escuela de Arte noruega) y Florian Sneider (profesor de la NTNU), quienes tomaron partida en el discurso inaugural. También se contó con la presencia del vicepresidente de Cultura, Educación y Juventud de la Diputación de Málaga, Manuel López Mestanza, la parlamentaria socialista Isabel Aguilera y Antonio Javier López, director del centro cultural La Térmica, entre otros representantes y alcaldes de otros municipios. Mestanza destacó que Genalguacil es un pueblo que tiene alma: “La Diputación tiene que estar aquí, esto es señal de creer en lo que se hace y saber hacerlo hasta unos límites incalculables, es importante que la gente joven quiera quedarse en su pueblo”.
Tras la parte institucional de bienvenida y explicación del proyecto, se procedió a destapar la placa que da nombre al espacio. Francisco Piñel, arropado por familiares y vecinos, se mostró muy emocionado: “Esta ha sido siempre mi segunda casa y creo que siempre he mirado más de mostrador hacia afuera que hacia dentro, ayudando en todo lo posible a la comunidad de Genalguacil”. Posteriomente, visitaron el interior de las instalaciones y se brindó, con vino y jamón, por el camino que acaba de emprenderse.
Genalguacil está descubriendo cómo la innovación a través del arte y la cultura, el patrimonio y la naturaleza puede impulsar la triple transición hacia un desarrollo sostenible, digital e integrador. El Laboratorio se erige como una plataforma clave para llevar a cabo proyectos europeos, abordando de manera integral el desafío de la despoblación desde diversas perspectivas europeas. Este centro se sitúa estratégicamente en el Valle del Genal, prometiendo ser una herramienta vital para el futuro de la vida rural. De esta manera, estas zonas pueden crear e implementar sus propias herramientas de innovación, partiendo de Genalguacil como proyecto piloto para ser compartido en otras las regiones rurales de España y Europa.
