Cultura y Sociedad

Powehi, el protagonista de una foto histórica

El pasado 10 de abril, en una serie de ruedas de prensa internacionales simultáneas, los investigadores del Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT) presentaron la primera fotografía de un agujero negro supermasivo y de su sombra

Región central de la galaxia M87 (a la derecha) donde se ha fotografiado por primera vez un agujero negro (a la izquierda). (NASA/CXC – ESO/EHT).

El pasado 10 de abril,  en una serie de ruedas de prensa internacionales simultáneas, los investigadores del Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT) presentaron la primera fotografía de un agujero negro supermasivo y de su sombra.

El agujero negro se le ha bautizado “Powehi”, vocablo hawaiano que puede traducirse por «la fuente oscura embellecida de la creación interminable», si bien la última palabra la tiene la Unión Astronómica Internacional, que este año celebra el centenario de su creación. La famosa imagen muestra el agujero negro en el centro de Messier 87 (M87), una galaxia masiva situada en el cercano cúmulo de galaxias Virgo y se encuentra a 55 millones de años luz de la Tierra siendo 6.500 millones de veces más masivo que el Sol. La imagen es una estructura en forma de anillo con una región oscura central denominada “la sombra del agujero negro”, predicha por la relatividad general de Einstein que nunca había sido vista hasta ahora, rodeada de una zona luminosa de fotones y gas caliente que fluye alrededor. La zona sur tiene más luz que la del norte por el llamado efecto Doppler relativista, que además ha permitido determinar que el sentido del fluido que cae al agujero rota en el sentido de las agujas del reloj.

Esta foto histórica, que aparecerá en los futuros libros de textos, fue posible gracias a Katie Bouman, profesora auxiliar de informática  y matemáticas del Instituto de Tecnología de California, de 29 años que lideró el equipo para el desarrollo del algoritmo con el que se obtuvo la impresionante imagen.

El EHT es un telescopio de escala planetaria que está constituido por ocho radiotelescopios, desarrollado gracias a una colaboración internacional, para formar un telescopio virtual del tamaño de la Tierra con una sensibilidad y resolución sin precedentes. Para imaginarnos su potencia desde Ronda seriamos capaces de leer un periódico que estuviera situado en New York. El proyecto fue diseñado con el objetivo de capturar las primeras imágenes de agujeros negros. Uno de los ocho radiotelescopios, y uno de los principales,  que actualmente forman parte del EHT está en Andalucía: el Observatorio IRAM Pico Veleta o IRAM 30m, que está situado en Sierra Nevada (Granada), a casi 3.000 metros de altura y pertenece al Instituto de Radioastronomía Milimétrica. Los otros radiotelescopios están en Chile (Atacama Large Millimeter Array y Atacama Pathfinder Experiment), la Antártida (South Pole Telescope), Hawái (James Clerk Maxwell Telescope y Submillimeter Array), México (Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano) y en  EEUU (Submillimeter Telescope).

Astrónomos españoles del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), el Instituto Geográfico Nacional, el Instituto de Radioastronomía Milimétrica y la Universidad de Valencia han participado en este importante trabajo, con aportaciones muy relevantes,  que marcará un antes y un después en la investigación de los agujeros negros.

¿Qué son los Agujero Negros?

Según la teoría general de la relatividad de Einstein todas las masas curvan el espacio circundante. Imaginemos que el Universo es una gran malla elástica tensa y colocamos bolitas de distintas masas, notaremos pequeñas deformaciones en la superficie, pero si colocamos una bola muy masiva la curvatura de la malla aumenta y produce una especie de profundo pozo, tragándose las bolitas cercanas. Hemos construido  un agujero negro, pero el tema no es tan sencillo. La velocidad mínima para escapar del campo gravitatorio de un cuerpo celeste se llama velocidad de escape, en el caso de nuestro planeta es de 11,2 km/s, pero en un agujero negro, en la región conocida como horizonte de sucesos, es de 300.000 km/s, y como demostró Einstein esta es la velocidad más alta imaginable, esto significa que ni la luz puede escapar de un agujero negro. En definitiva son zonas en el espacio-tiempo cuyo campo gravitatorio es tan intenso que de él nada puede salir, constituyendo el último estado en la vida estelar de un tipo de estrella mucho más masiva que el Sol. Sin duda alguna es uno de los objetos más extraños y fascinantes del Universo.


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