Decíamos que iba a haber elecciones anticipadas y ya las ha convocado la impuesta Susana Díaz, que dice y mantiene que va a estar los cuatro años en Andalucía, claro que también dijo que Griñán iba a agotar la legislatura y a los dos días la impuso a ella de Presidenta y también proclamó que iban a celebrar primarias en su partido y no dejaron a los demás que presentaran sus avales.
Lo más frustrante de todo es que estos días hemos oído a no pocos analistas de su partido y a algunos militantes insistir en que va a quedarse en Andalucía y no va a dar el salto a la política española, pero lo dicen con frases como “La presidencia de la Junta siempre ha estado al servicio del Secretario General del PSOE y le va a ayudar a llegar a la Moncloa” una justificación que guarda para sí todo un principio de intenciones, el PSOE utiliza a los andaluces para llegar a gobernar Madrid ¿y Andalucía?
Pero eso no es todo, el PP presenta en… Madrid a su candidato, esa persona al que quién la conoce de nombre no le pone cara y quién conoce su cara no es capaz de saber su nombre. Y allí dice que quiere ser presidente de Andalucía ¿desde Madrid?
Los ex amigos de la impuesta esperan que las decisiones las tome su candidato a Madrid, que es quien manda ahorra en IU. El presidente de Ciudadanos decía el otro día a boca llena que iban a tener una reunión de los que mandan en el partido y que la idea era decidir presentarse a las elecciones de Andalucía, pero la reunión y la decisión la tomaban desde Barcelona. En UPyD harán lo que diga la “novata” Rosa Díez desde Madrid y Podemos hará lo que digan sus jefes desde ¿adivinan? Premio, Madrid.
¿Dónde queda Andalucía en todo esto? Nos están mangoneando desde Madrid o Barcelona hace demasiado tiempo
¿Dónde queda Andalucía en todo esto? Nos están mangoneando desde Madrid o Barcelona hace demasiado tiempo ¿No es hora de que los andaluces tomemos nuestras propias decisiones? ¿Nos ven como menores de edad o personas a las que nos tienen que dirigir? ¡Ya está bien! Decidamos los andaluces por nosotros, que nadie venga a nuestra casa a decirnos que hacer, ya somos mayorcitos y, sobre todo, estamos hartos que desde fuera quieran poner orden en nuestra casa ¡tomemos las riendas!