Opinión

Alegato contra un irraciocinio

Antigua imagen del Puente Nuevo de Ronda. Foto Todocolección.

El domingo, 24 de diciembre del 2017, participando en la manifestación de protesta contra las arbitrarias medidas que quieren implantar ustedes en la regulación del tráfico en el Puente Nuevo, me han hecho volver a mis años de juventud. Entonces los impositores eran la derecha, aquí y hoy la que impone es la izquierda.

Me han hecho sentir la satisfacción de ver a las personas expresar su descontento y disconformidad con las medidas tomadas por sus gobernantes a espalda de la población.

Ello lo demuestra el clamor de los manifestantes que tomamos parte el domingo en la marcha de protesta contra las medidas que ustedes quieren implantar en el eje Cuesta de las Imágenes – calle Armiñan – Puente Nuevo.

Sabemos que, como humanos cada uno tiene su propia vara de medir. Yo voy a usar una con la que hace un par de meses estuvimos de acuerdo casi todos los españoles.

El pasado 9 de octubre, cuando la Sociedad Civil Catalana hizo un llamamiento a la ciudadanía para manifestarse en las calles de Barcelona contra las tropelías de los nacionalistas, acudió 1.000.000 de personas, según los convocantes. (450.000 según la Guardia Urbana).

Esto significa que de cada 7 catalanes, uno participó en la protesta.
La manifestación fue considerada un rotundo éxito por todos los medios de comunicación, partidos políticos y sociedad en general. Menos por los nacionalistas. Faltaría más

El día 24 nos hemos manifestados contra las equivocas medidas que la Sra. Concejala de Tráfico y Patrimonio Histórico, doña Francisca González, quiere implantar en el eje Puente Nuevo – Armiñan – Imágenes. 3.000 personas ( 1.500 según la Guardia Urbana). Eso significa que al menos uno de cada once rondeños ha salido a la calle a demostrar su desacuerdo con su decreto.

Si tenemos en cuenta que la Sociedad Civil Catalana contó con medios muy superiores a los que contaron los organizadores de la manifestación de protesta de Ronda tendrán que reconocer ustedes (a no ser que sean como los nacionalistas catalanes) que sería conveniente tener en cuenta las miles de voces disconformes con sus medidas.

Aclarado esto, creemos conveniente recurrir, siquiera de forma somera y desde luego poco rigurosa, a la Historia de nuestra ciudad y nuestros puentes.

Hasta la primera mitad del siglo XVIII las dos únicas vías de comunicación entre la Ciudad con sus correspondientes barrios, y El Mercadillo eran EL PUENTE ÁRABE o de las Curtidurías, construido en el siglo XIII y LA PUENTE NUEVA o Puente Viejo como se le empezó a denominar a partir de la construcción del actual Puente Nuevo. La Puente Nueva se construyó en el siglo XVI.

Dos veces destruido por la furia de los hombres y las aguas, dos veces rehecho por los primeros para dar paso a los unos y las otras.
Por cierto, actualmente cortado al tráfico, y no de manera parcial, sino total.

Este corte ha sido consensuado y ha contado con el apoyo de todos los grupos de trabajo, sin que el mismo haya originado la más mínima controversia ni confrontación. ¿Saben por qué? Simplemente porque estamos por la protección y preservación de nuestro Patrimonio. ¿Quién podría ser tan patán, burdo y zafio de no estarlo?

Lo que sucede es que nosotros, además de defender el PATRIMONIO MATERIAL defendemos, y lo hacemos así porque es nuestra obligación y la obligación de todo ser pensante, el PATRIMONIO HUMANO. Y cuando ambos entran en discordia siempre nos ponemos de parte del segundo, hasta que no se encuentre una solución que ampare a los dos.

El Puente Nuevo tiene, poco más de dos siglos. No obstante, nuestra ilustre concejala se empeña en cerrarlo al tráfico porque, según su criterio, se va a hundir. En qué poca estima tiene la Sra. González al maestro Aldehuela, qué poco entiende de obras, o que mal aconsejada está.

A principios del siglo XVIII Juan, que era arriero y vivía en el Barrio de San Francisco, llegaba tarde a su casa, con el burro cargado de carbón, después de un duro día de trabajo en el monte. A pesar del cansancio, aún tenía que dar la vuelta por LA PUENTE VIEJA y subir por Las Escolleras, hasta llegar a las cercanías de, dónde años más tardes se construiría la plaza de toros.

Juan tenía que llevar el carbón a sus clientes, que lo necesitaban para protegerse de las frías noches rondeñas.

Otro tanto sucedía con Antonia, vecina del MERCADILLO, que para vender los productos de su corral a los clientes del Barrio tenía que subir y bajar por la calle la Mina, a pesar de los dolores que le ocasionaba la artrosis que padecía.

Conocedores de los inconvenientes y problemas que tenían Juan, Antonia, Rafael o….María y los vecinos de ambas partes en general, las autoridades de la época pusieron manos a la obra y decidieron construir un nuevo puente que acortara las distancias entre los dos vecindarios. Dicho puente se terminó en 1735 con gran regocijo y alegría de nuestros antepasados.

Desgraciadamente , poco duró la alegría de aquella pobre gente, pues seis años más tarde el puente se hundía, llevándose con él la vida de más de 50 rondeños.

Sin embargo, ni la zozobra ni la muerte fueron impedimentos suficientes para vencer la tozudez y el tesón de aquellos serranos. Y diez años más tarde, ya estaban involucrados en la construcción de un nuevo puente.

Para este segundo intento se recurrió a los conocimientos de un numeroso equipo de expertos, al frente de los cuales se hallaba el gran maestro turolense D. José Martin de Aldehuela, que por aquellos años andaba por tierras andaluzas, como invitado del obispo de Málaga.

La principal aportación económica corrió a cargo de LA REAL MAESTRANZA DE CABALLERÍA, con 15.000 reales de la época. Pero fueron muchos los miles de rondeños anónimos, hombres y mujeres, los que contribuyeron a la culminación de tan magna obra.

Por fin, casi medio siglo después de su comienzo, en mayo de 1793, el actual Puente Nuevo se erguía majestuoso, uniendo el Mercadillo con La Ciudad y el Barrio de San Francisco. Gobernantes y técnicos dignos de elogios aquellos, que sin medios tecnológicos ni ayuda de ordenadores, acometieron y terminaron tan sublime obra.

Los actuales, en pleno siglo XXI. Con la más avanzada tecnología a su servicio, son incapaces de acometer las obras de un vial alternativo por el que encauzar el tráfico que una las dos mitades de la Ronda moderna. Dejando al Puente el lugar que le corresponde. El de símbolo y estandarte de la Ronda actual y futura.

¡La CIRCUNVALACIóN no nos vale. Ni la administramos nosotros, ni forma parte de nuestra ciudad!

Hasta hoy “La estructura del puente se mantiene firme y robusta, sin que se hayan encontrado patologías que indiquen daños estructurales en el mismo” según estudio aportado por el Instituto Geológico y Minero de España.

Hoy, 224 años después, el Puente, con toda su majestuosidad, sigue siendo la principal, y casi única vía de unión entre las partes Norte y Sur de Ronda. A ambos lados del puente viven miembros de una misma familia, intercambiando ilusiones y sentimientos, penas y alegrías. La economía rondeña se esparce a amas orillas del Guadalevín y de su Historia y Patrimonio gozamos al sur y al norte del puente.

Señora González, 224 años de historia no pueden romperse a las bravas, en un solo año. Una pluma y un cerebro ofuscado no pueden, ni deben distorsionar la vida de una ciudad. ¡ Retire su firma de dónde nunca debió estamparla!

Durante un año nos hemos estado reuniendo alrededor de una mesa de trabajo y nosotros, confiando en sus promesas, hemos apoyado casi siempre, sus propuestas con el fin de sacar adelante una ESTRATEGIA DE MOVILIDAD SOSTENIDA para nuestra ciudad. A pesar de que usted no ha cumplido prácticamente ninguno de sus compromisos.

Dónde están los parkings disuasorios? Dónde la señalización de la ciudad adaptándola a la nueva situación? Dónde los carriles-bici?
Dónde el estudio (siquiera un anteproyecto del mismo) sobre un Vial Alternativo para poder regular el tráfico en este puente, hecho para unirnos y no para separarnos?

Usted está aplicando las medidas, no en su conjunto, como acordamos durante un año en la mesa de trabajo y que tan acertadamente le recuerda y recomienda la organización empresarial APYMER. Usted está aplicando “sus” medidas, que nada tienen que ver con las medidas que necesita nuestra ciudad.

Fíjese, usted pretende dividir la ronda del siglo XXI en tres partes:
El Mercadillo y sus barriadas, en una.Barrio de San Francisco, Los Molinos, El Arenal, La Planilla, El Rosalejo etc. en otra. Y en el centro, la que siempre sirvió de unión entre ambas, La Ciudad.

El que tenga ahora la necesidad, no el capricho, de ir de una parte a otra, debe hacerlo por la circunvalación, ya que entre ambas se alza, cual bastión inexpugnable, la medina medieval.

Usted ha actuado como si fuésemos súbditos y no ciudadanos. Usted, representante de un grupo político que se le llena la boca diciendo que son los verdaderos adalides del pueblo! Usted parece haber olvidado, que a partir de 1978, en nuestro país las decisiones que afectan dramáticamente a una ciudad, como es el caso que nos ocupa, se consensuan…se estudian, se les buscan alternativas y solo entonces…..se acometen.

Toda su argumentación la basan en: “Salvar el Patrimonio” ustedes sólo piensan, si es que lo hacen, en el patrimonio material. ¿Y el humano? ¿O es que los hombres y mujeres de Ronda no formamos parte del patrimonio de esta ciudad?

¿De qué nos valdrían La Acrópolis y El Partenón si Atenas no nos hubiese legado a su vez a Platón, Sócrates o Aristóteles?

Por cierto, si aun no lo ha hecho, le recomendaría que se dé una vuelta por Atenas, y verá cómo puede llegar hasta las mismas puertas de la Acrópolis ,tanto en transporte público como en su propio coche, dónde encontrará, cientos, miles de aparcamientos en los que dejar su vehículo y poder pasear libremente por los cimientos de la civilización occidental.

Siempre que le sea posible, ponga usted LA ANTROPOLOGíA un poco por delante de la ARQUEOLOGíA. Regulemos primero la vida de los hombres y sólo entonces preservemos la vida de las piedras. Usted ha hecho justo lo contrario, ha enviado a 5.000 ó 6.000 personas a una vía interurbana, desequilibrando sus vidas, aumentando los gastos de sus economías, quintuplicando las emisiones de CO2 y robándoles horas de su merecido descanso, a niños y mayores.

¡No se emborrache usted de normativas, embriáguese de
HUMANIDAD! Que falta le hace.

Sólo me queda pedirle que tenga en cuenta la propuesta emitida por APYMER, con la cual nos identificamos: “Creemos que es necesario retomar un dialogo sereno y constructivo, acompañado de una evaluación previa de los efectos que una medida tan importante como la comentada puede tener sobre el modelo de ciudad y sobre la actividad económica de la zona y del conjunto del núcleo urbano. Desde hoy ofrecemos todos nuestros recursos técnicos y materiales de mediación para que esto sea posible”.

Paco Vidal

Ronda, 30.12.2017


Un comentario en “Alegato contra un irraciocinio

  1. paco

    Lamentablente no nos respentan.Solo se acuerdan de nosotros cada 4 años no para servinos sino para sus propios intrereses

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