Cultura y Sociedad

La Asociación Astronómica de Ronda ‘Abbas Ibn Firnas’ pone su mirada en Río Tinto: el laboratorio marciano de la NASA

En diversas ocasiones, científicos españoles y de la Nasa, han estudiado individualmente o en equipo las características especiales que presentan las aguas y el entorno de estos parajes de Huelva

Dos componentes del grupo de excursionistas fotografiándose junto a las aguas rojas del río.

En diversas ocasiones, científicos españoles y de la Nasa, han estudiado individualmente o en equipo las características especiales que presentan las aguas y el entorno de Río Tinto (en la provincia de Huelva), incluida su flora y su fauna, por su aparente similitud con las condiciones que parece puedan darse en nuestro vecino planeta Marte.

Pues bien, relativamente reciente, a principios del verano de 2015, de nuevo ha saltado a los medios informativos la noticia de que la NASA está probando en este paraje onubense un prototipo capaz de detectar vida microbiana o primitiva, que ya sabemos que existe, en un medio tan hostil como el que se da en Río Tinto, donde sus rojas y ácidas aguas, con un PH de 3 o 2, albergan sin embargo seres extremófilos, cuando se creía que en un ambiente de acidez con PH inferior a 5 no era posible la vida.

Otro lugares exrremos para la vida en la Tierra

Pero no es solo en esta zona y aguas del Río Tinto donde se dan condiciones extremas para la vida. En nuestro planeta existen otros lugares, como veremos a continuación, en los que lógicamente parecería imposible la existencia de organismos vivos, pero que sin embargo existen y se desarrollan en lo que parece ser su hábitat natural.

Pilbara, en el noroeste del continente australiano, posee algunas de las rocas superficiales más antiguas del mundo, con más de tres mil millones de años, que parecen haber sido antiguos lechos marinos, con alto contenido en minerales de hierro, incluyendo los restos fósiles más antiguos conocidos, como los estromatolitos.

Yellowstone, EE.UU, donde en un ambiente volcánico de lagos y geiseres a 90 ºC y composiciones químicas hostiles, también se han descubierto organismos extremófilos vivos.

En la Antártida, se ha encontrado a 183 metros bajo el hielo y una temperatura de -20 ºC una criatura parecida a un camarón o gamba, cuyo nombre científico no recuerdo.

También en Chernóvil, que en 1986 padeció un tremendo desastre nuclear, convirtiéndose en uno de los lugares más hostiles para la vida, se pueden encontrar especies adaptadas a altos índices de radiactividad, como el gusano anisakis simplex.

En el Mar Muerto, con un índice de salinidad tan extremo que elimina toda posibilidad de vida, existen sin embargo ciertas bacterias aclimatadas al medio.

En desiertos como el de Atacama en Chile, donde el índice de pluviometría media anual es de 0,1 milímetro, con años de 0 milímetros, viven bacterias y microorganismos, como los tardígrados.

Importancia Especial del Río Tinto

Pero de todos estos lugares que hemos relacionado anteriormente, los que más se asemejan a lo que podría ser un ambiente marciano son: el desierto de Pilbara en Australia y Rio Tinto en España. El primero tal vez sería el que guarda mayores similitudes con el Planeta Rojo, por su aridez actual y su pasado cubierto de agua, como se piensa estuvieron en un pasado remoto vastas extensiones  de Marte. Tal vez algún día se encuentre en las rocas de este planeta algún fósil representante de cierta forma de vida en el pasado. Pero las características que hacen especial a nuestro Río Tinto son, entre otras, su extremada acidez y su presencia de vida actual en tan particulares condiciones.

Su extrapolación a Marte

Por eso, una vez más, como decíamos al principio, la NASA ha puesto de nuevo sus ojos en Rio Tinto, para seguir estudiando, analizando y probando instrumentos cada vez más modernos, antes de ser enviados directamente a Marte. De esta forma cualquier eventualidad que pueda presentarse en dichos prototipos serán subsanadas aquí en la Tierra antes de ser aventurados al espacio, donde cualquier capacidad de maniobra o modificación estarían muy limitadas.

Por ello, y durante dos semanas, entre finales de junio y primeros de julio de este verano, se han estado desarrollando una serie de actividades en Rio Tinto orientadas a probar un conjunto instrumental para verificar su funcionamiento en las condiciones más parecidas a las reales de una futura misión espacial.

Dichas actividades se han realizado en común por la NASA y el CAB (Centro de Astrobiología de Madrid), bajo la dirección de Brian Glass, científico de la NASA, como investigador principal, y Víctor Parro, del CAB, como coinvestigador. Todo ello dentro del plan denominado «Life-Detection Mars Analog Project» (LMAP) o «Proyecto Analógico de Detección de Vida en Marte» en español.

 


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