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Fauna de la Serranía de Ronda: Carbonero común. Parajito de agua (Parus major)

Ave insectívora de pequeño tamaño, muy llamativa por sus colores azulados y amarillentos y sus frecuentes cantos

Un ejemplar de pajarito de agua tomada en la Serranía. Foto Andrés Rodríguez.

Ave insectívora de pequeño tamaño, muy llamativa por sus colores azulados y amarillentos y sus frecuentes cantos. Su cabeza es de color negro brillante y se distingue por una característica corbata de color negro que contrasta con el color amarillo de su vientre. También es característica de la especie una mancha de color blanco en sus mejillas. El dorso es de color verde y sus patas de color azul. Los machos se distinguen de las hembras por poseer una alargada banda negra que recorre su cuerpo desde la garganta hasta la base de la cola. Las hembras, en cambio, tienen muy poco marcada dicha banda, que se desdibuja en el vientre.

Pertenece al Orden Passeriformes; familia Paridae. En invierno se suele mover en grupos con otras especies de páridos. En la Serranía de Ronda se le llama Pajarito de Agua ya que cada vez que canta, barrunta agua, según información del experto en pájaros José María Canca.

Tiene una longitud de unos 14 cm. Su envergadura es de entre 22,5-25,5 cm. Entre los reclamos más comunes se encuentra el repetitivo chi-chipán, que inunda el principio de la primavera; pero muestra un amplio repertorio, con más de treinta notas. Además, esta variabilidad se ve enriquecida con notables matices territoriales; así, por ejemplo, un carbonero de Sierra Morena emite sonidos poco comunes en las poblaciones del Sistema Central y viceversa.

Habita en toda España y resulta común en ambientes arbolados, tanto bien conservados como degradados. Tolera muy bien la presencia humana, pues coloniza con facilidad zonas ajardinadas y parques urbanos, acude a los comederos y se instala en nidales artificiales. Zonas con árboles frutales y bosques de hoja caduca también son habitad frecuentados por los carboneros.

Su dieta es básicamente de insectos, larvas y semillas. La captura de orugas como puede ser la procesionaria le convierten en un aliado para la conservación de especies vegetales. Si lo que comen es fruta se decantan por aquella que ya puede ser habitada por gusanos.

La reproducción comienza en Abril y continúa hasta Junio. El nido es un conjunto de ramas, hojas secas y musgo que puede encontrarse en huecos de árboles, muros e incluso en las cajas-nido elaboradas artificialmente, pero que suponen una ayuda a la proliferación de ésta y otras especies de aves.

El vuelo del carbonero común es fuerte y bastante acrobático, gracias a su pequeño tamaño revolotea entre la maleza con mucha agilidad, aunque también suele posarse en el suelo y en las charcas de agua en busca de pequeños insectos.

Bibliografía: www.seo.org, www.sierradebaza.org


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