Opinión

Memoria/República (Francisco Pimentel)

Mi padre fue toda su vida una persona buena y sensata, que a pesar de haber sufrido a los 22 años, junto con mi abuelo, todo el peso del terrorismo fascista, menos la muerte, nunca habló de venganza o como algunos decían “cuando vengan los nuestros” o “cuando le demos la vuelta a la tortilla”.

Mi abuela, que el asesinato por fusilamiento de su marido dejó viuda a los 43 años, con 4 hijos y sin recursos, siempre me decía cuando íbamos al “cementerio” que no le prestara atención a quien tales cosas decía porque eso era pretender hacer igual que los fascistas y que nosotros no podíamos ser ni hacer como “esa gente” porque nos convertiríamos en ellos y entonces nada habría valido la pena.

Así que desde pequeño aprendí que el comportamiento de los socialistas tiene que ser distinto al de los burgueses.

Esto que enunciado así parece sencillo y obvio no lo es tanto cuando siendo sinceros nos preguntamos ¿y cual debe ser nuestro comportamiento? y es difícil responder porque las pautas de nuestra forma de ser no son nuestras. Nos han sido impuestas por la burguesía y la religión principalmente y casi no entendemos que podamos comportarnos de otra manera. Y sin embargo es absolutamente necesario que nuestro comportamiento social, moral, ético, cambie si queremos evitar una nueva hecatombe a la que el sistema financiero nos conduce.

Valgan estas reflexiones que me han acompañado toda la vida para decir las satisfacciones que he tenido estos días cuando he sido invitado a hablar sobre nuestra memoria histórica en dos foros distintos. Uno fue el día 10 en el IES Gonzalo Huesa donde el numeroso grupo de alumnos de 16-18 años me escuchó con tan gran atención que todavía estoy impresionado. Y no solamente yo, también Antonio Heredia que me acompañó y contó sus vivencias desde que hicieron desaparecer a su padre siendo él y sus hermanos niños pequeños. El otro fue el día 14 en Alcalá del Valle, donde después de una ofrenda floral y poesías en el monumento a los republicanos desaparecidos, dimos a conocer los objetivos de verdad, justicia y reparación de la memoria histórica, que igualmente fueron escuchados por un numeroso grupo de vecinos de todas las edades. Uno de los datos que llevé es que aparecen dos vecinos de Alcalá del Valle fusilados en Ronda el día 16 de Marzo del 1937: José Molina Anaya de 19 años y Manuel Gil Mellado de 37 años. Ambos están en una de las fosas de Ronda junto con otros 20 de Cuevas del Becerro que mataron aquel día.

Hay 30 nombres de desaparecidos en el monumento de Alcalá del Valle a los que ahora habrá que sumar estos dos encontrados en Ronda, que cuando sean exhumados e identificados podrán ser trasladados a su pueblo como tantos otros de otros tantos pueblos que hay entre los 1.607 fusilados documentados.

Manuel Velasco ha coordinado el libro “Objetivo Ronda” y dice: A la sublevación militar franquista en Julio de 1936, le acompañó la necesidad de someter por las armas todas aquellas zonas que permanecieron leales al gobierno de la Segunda República y la consigna de implantar el terror a sangre y fuego se fue cumpliendo al pie de la letra.

No se me puede olvidar la inscripción que hay en el monumento de Alcalá del Valle: “quisieron borrarlos, pero no lo han conseguido”. Quisieron borrar de la historia a la República Española y hoy resurge como necesidad imperiosa para detener tanta corrupción y sufrimiento.


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