Opinión

Memoria/Istán (Francisco Pimentel)

En el 1969 en San Pedro Alcántara conocí a José Chicón que había dirigido a los guerrilleros en la Serranía de Ronda junto a Bernabé López. Hacía poco que había salido del penal de Burgos tras cumplir 18 años de condena. Me lo presentó Juan Calvente un amigo de mi padre, también luchador y hombre con un corazón de oro al que yo quería como a mi mismo padre, y a quien yo venía suministrando ejemplares de Mundo Obrero hacía tiempo.

Con todas las precauciones que eran habituales me presentó Juan Calvente a José Chicón, que seguía siendo valiente pero muy desconfiado. Espero que a través de la recuperación de la memoria de la guerrilla democrática lleguemos a conocer su intensa vida.

Hacía poco que la organización del PCE en Málaga capital había sido desarticulada por la policía y la dirección del partido me encargó su reconstrucción. Hacía compatible esta tarea con mi trabajo en una empresa porque nunca quise ser un liberado, pero eso conllevaba mucho sacrificio para mí y sufrimientos para mi familia.

En esa búsqueda de militantes comunistas fue como a través de José Chicón encontré a muchos de la zona de Marbella entre ellos a Pedro Toro de Istán.

Esta es la razón de este preámbulo ya que en los encuentros clandestinos que tuvimos tanto en Marbella como en Istán algunas veces se había hablado de los matados por los falangistas en la lomilla de los muertos, lugar en las afueras del pueblo, pero un tanto inconcreto, ya que el miedo infundido por los fascistas había hecho lo que estos pretendían: que nadie hablara.

Y esa incomunicación, ese terror calado hasta el ánima, había llegado hasta nuestros días, 74 años después de los asesinatos y desaparición de los mejores ciudadanos de Istán.

Pero como decía Winston a su verdugo O’Brien: “De un modo u otro fracasareis… al final os vencerán. Antes o después os verán como sois… Hay algo en el universo, no sé lo que es, algún espíritu, algún principio, contra lo que no podreis”. (George Orwell “1984”).

Asi ha sucedido que a pesar del terror, a pesar de la mordaza, a pesar de los 40 años de la dictadura de los peores, y los 34 de transición, un día ese algo, ese espíritu, ese principio que debe haber en el universo, hizo que alguien encontrara una alpargata y un pie saliendo de la tierra.

Y a partir de ahí, un Ayuntamiento con sentimientos del pueblo contacta con la asociación de la memoria histórica de Málaga que mejor sabe llevar y más experiencia tiene en la recuperación de nuestros antepasados asesinados en cementerios, fosas y cunetas.

La labor de exhumación comenzó el pasado día 1 de Agosto, pero antes han sido muchos meses casi un año de papeleo y preparación que han requerido un esfuerzo muy grande al alcalde J.M.Marín y a la concejala Ana Merchán y a los directivos del Foro por la

Memoria de Málaga Rafi Torres y Miguel Cerón.
Estos últimos amigos y colaboradores de nuestra Asociación de la Memoria de Ronda me tuvieron informado desde primera hora. Así que cuando me avisó de que el equipo de arqueólogos, antropólogos, sicólogos, investigadores y otros voluntarios dirigidos por J.M.

Pedreño venían para la exhumación avisé a los que pudieran para estar con ellos en las labores de la recuperación de los restos de Francisco Rivero, Juan Toro, Manuel Granados, Miguel Tineo y la dignidad del pueblo de Istán.

Quedamos en salir de Ronda el Jueves día 2 a primera hora. Había sido imposible dormir por el tropel de pensamientos y sentimientos. Eran las 7:00 cuando recogí a Paquita Conde y un poco más tarde a Ana Avilés. Los tres tenemos familiares asesinados en las fosas de Ronda. Aquellos de Istán, estos de Ronda, los de otros lugares de toda Andalucía y España, todos son nuestros porque nuestros son sus ideales de libertad, justicia y bienestar.

Son las 10.00 cuando llegamos a Istán, la curva, el carril, ya llevan dos horas trabajando con precisión y cuidado de relojero en la cuneta, en la lomilla de los muertos…


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te pedimos la "MÁXIMA" corrección y respeto en tus opiniones para con los demás

*