Opinión

La voluntad (Manuel García Hidalgo)

Con motivo de la inauguración de la sede en Ronda de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados, Alfaro, el pasado sábado día diecisiete, acudieron gran número de adictos y familiares. Se hizo por parte de todos lo ponentes en la inauguración mucha alusión a la voluntad y el esfuerzo de todos los enfermos para salir de la adicción, se valoró especialmente la voluntad empleada por parte de adictos y familiares para salir de la situación sobrevenida por el consumo de sustancias psicoactivas.

La Voluntad, aunque es un concepto muy concreto y preciso como son todos los conceptos, es como una fuerza o una disposición que nos permite desarrollar lo que somos de la mejor forma posible, contiene un gran número de ingredientes que son al fin y al cabo cosas que significan lo mismo, intención, deseo, gana, anhelo, ansia, afán, interés, tenacidad, empeño y muchísimas cosas más, factores todos ellos que conforman una conducta motivada por una energía puesta a disposición de objetivos concretos.

Un individuo motivado genera imágenes mentales sobre los aspectos positivos de la conducta que pretende adoptar y estas imágenes generan a su vez emociones positivas que dotan al individuo de fuerza suficiente para ponerse en funcionamiento y poder llevar una vida lo más satisfactoria posible.

En la recuperación de un paciente adictivo o más bien en la reeducación de un adicto intervienen en contra de su voluntad una serie de factores a los que hay que vencer sin más remedio porque desvirtúan la realidad y llevan al sujeto al autoengaño. Esta es la llamada memoria eufórica que hace que el sujeto recuerde momentos de euforia subliminal que ha vivido en el pasado y no le permite ver la realidad o por lo menos se lo dificulta enormemente amañándole la realidad para que todo siga como la enfermedad quiere. Esto hace que en el fondo del problema psicológico siempre aparezca la duda en forma de incertidumbre y límite a la confianza o la creencia de la verdad de algo. ¿Quién no ha querido borrar vivencias, representaciones e imágenes en la mente para facilitar con ello la vida y la existencia?. En nuestra vida todo es pasado, incluso el presente es solamente un momento virtual que cuando reparo en él ya estoy viviendo el siguiente y no en el momento que no es, sino que fue. Este recreo mental en el que se detienen especialmente los adictos ocasionan problemas de tipo psicológico ocasionados por controversias y dudas; surgen cuando la indecisión se apodera de las víctimas diríamos y representan una maraña que no llevan a ninguna parte, son los llamados pensamientos circulares de los que cuesta salir si no es con la ayuda del grupo y expertos que saben qué se cuece en esas cabezas.

Invocando la mediación de Dios, dice una sentencia para dirigir las acciones de una asociación cuyos miembros están necesitados de apoyo:

“Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que si puedo y sabiduría para distinguir la diferencia”

En determinadas circunstancias, decir ya no me importa, hasta aquí hemos llegado, conlleva un alejamiento creativo que opera como un efecto rebote y alumbra la luz al final del túnel, diríamos que es a partir de ese momento en el que una persona se puede curar, es lo que en términos coloquiales llamamos tocar fondo.

Hasta llegar aquí desgraciadamente muchas personas han tenido que sufrir un deterioro personal, social y familiar que son páginas que hay que pasar, es en otras palabras el tributo que se ha tenido que rendir hasta llegar a un final feliz. Una queja muy oída en terapia suele adoptar la forma de un arrepentimiento tardío. ¡Si tan solo me hubiera detenido a pensar antes de hacerlo!


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