Opinión

Disolución, Expulsión, Gestora

En una estrategia de clara huida hacia delante por parte del Alcalde de Ronda, los ciudadanos de esta ciudad se han encontrado con una publicación nueva en sus calles. Se trata de una revista llamada La Gaceta del Lunes editada por “Andalusí S.G.”, formato renovado del desaparecido periódico La Gaceta y propiedad de esta empresa que, a su vez, es propiedad del alcalde.

La diferencia entre estas dos etapas estriba en el origen. Mientras la primera transcurrió bajo el auspicio y la aprobación del PA, de quien, por cierto, todavía estamos esperando su disculpa pública, la segunda etapa discurre con la aquiescencia del Partido Socialista Obrero Español, al que pertenece el dueño, autor y promotor de dicha revista.

La dinámica de la revista es la misma en ambas etapas: el señor alcalde escoge entre adversarios políticos, periodistas o ciudadanos, los coloca en un escenario público, los entierra hasta las rodillas y los lapida con las piedras de sus incontenibles insultos.

Pasemos por alto lo lastimoso que resulta ver al alcalde de una Ciudad como Ronda recurriendo a estos sonrojantes métodos a fin de ocultar sus tropelías y traiciones, así como su nula capacidad para el trabajo, la gestión y las soluciones para los muchos problemas que acucian a esta ciudad, y fijemos ahora la lupa en los nuevos modos y maneras que suponen para el PSOE rondeño

Veamos cómo los socialistas rondeños dedican sus esfuerzos a perseguir ciudadanos en vez de intentar convencerlos; observemos la pira encendida para herejes por estos socialistas, donde se queman públicamente la libertad de expresión y la libertad de opinión. Se amenaza a todo aquel que ose usar su libertad, con una página en la Gaceta, donde exhiben sus caricaturizados cuerpos, abatidos por insultos y vejaciones, amarrados a un poste erigido a base de papel y tinta.

Este escarnio público busca volver a resucitar el viejo fantasma tan conocido por el pueblo español: el miedo. Miedo a enfrentarse a estos oligarcas, miedo a su totalitarismo,  miedo a que los señalen, miedo por su puesto de trabajo, miedo por sus familias. En definitiva, el miedo como arma.

Por mucho que el PSOE intente evitar su responsabilidad en esta tema, no puede obviar que sea un militante suyo quien atenta contra nuestras libertades, el mismo militante  al que defienden a capa y espada contra imputaciones judiciales y dictámenes de transfuguismo, el denominado “mejor alcalde socialista de Ronda”.

Lo patético en todo este asunto: un PSOE entregado sin condiciones. Una ejecutiva local intervenida por los tránsfugas, pues, desde la llegada al partido del señor alcalde, las reuniones de la ejecutiva son siempre en común con el grupo municipal. Algo que antes rara vez ocurría, ahora sucede siempre. Los tránsfugas han entrado en la ejecutiva sin que nadie los vote, infiltrados por un secretario local abducido, que rinde pleitesía al nuevo amo, permitiendo la manipulación del partido.

Con semejante panorama se echa de menos, la proverbial y “todopoderosa” maquinaria del partido, interviniendo en los problemas con sus inapelables decisiones. Si las listas electorales se decidían entre Sevilla y Málaga, ¿por qué ahora se hacen los suecos y dejan que su partido amedrente a la ciudadanía? ¿Tal vez porque en aquellas ocasiones había puestos, cargos y sueldos de por medio y ahora sólo esta en juego la integridad moral de los ciudadanos? El partido debería disolver la ejecutiva rondeña, expulsar a los responsables de esta situación y nombrar una gestora que los devuelva al camino de los 120 años. El PSOE ya ha utilizado esta fórmula en Ronda, y con hechos de menor gravedad, mayor motivo para utilizarla ahora. No es necesario que la gestora la comande un socialista, ni siquiera un socialdemócrata, con que sea demócrata ya se notará la diferencia.

En primera persona: es palmaria la similitud en la estructura de esta publicación al “CANDIL DE DIOGENES”. Conocido es mi trabajo en aquella publicación como fundador, editor y escritor, ya que, al contrario que el Sr. Alcalde, firmo mis opiniones. Con esa similitud, este señor busca un agujero donde esconderse y poder culpar a otros de sus desmanes, algo habitual en su cobarde comportamiento. No molesta la copia, yo también intento aprender imitando a los que considero mejores, así que no puedo quejarme cuando otros lo hacen conmigo. Lo que sí puedo, desde mi experiencia, es aportar alguna idea a esta nueva publicación. Puestos a buscar pseudónimos para ocultarse, en mi opinión, el señor alcalde en vez de utilizar el de Jack el destripador debería utilizar el de Mariquita Pérez, le pega más.

Manuel Ramírez Troyano.

 


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