Opinión

El Albacar zaherido

Sigamos con Ronda, a la que podríamos aplicar la máxima anterior viendo las resoluciones de los Sentados (al menos las piedras de nuestras murallas están locas por hablar)

Pedro Enrique Santos Buendía reflexiona sobre la situación en la que está actualmente Ronda.

Han pasado las votaciones y todavía no me he recuperado, me costará. Me resulta realmente difícil comprender lo que ocurre en nuestro país. A mí me da igual qué partido gane siempre que quienes lo representen sean responsables, convencidos y honrados. Pero ver ganar a un personaje totalmente vacuo que no hace más que mirarse al espejo, mientras se aprende de memoria las consignas que le escriben sus asesores, para ver qué ángulo le viene mejor y salir “guapo” haciendo muecas que difuminen su mal talante, me resulta deprimente. Me gustan las gentes que hacen lo que dicen, que dicen lo que piensan y que lo sopesaron antes. Pero un individuo que se jacta de títulos conseguidos mediante plagios y triquiñuelas y que dice hoy lo totalmente opuesto a lo que afirmaba ayer, me produce vómitos. En fin, cosas veredes amigo Sancho que farán fablar las piedras.

Sigamos con Ronda, a la que podríamos aplicar la máxima anterior viendo las resoluciones de los Sentados (al menos las piedras de nuestras murallas están locas por hablar). Debo reconocer que llevaba bastante tiempo alejado de Mi Ronda, me había cansado de romper lanzas contra esos molinos sentados que solo son gigantes en sus  egos (de pecheras adornadas con medallitas por propuestas muy sonoras pero que nunca acaban en nada bueno ni serio). Como vivo en el campo, aunque muy cerquita, y en un lugar idílico donde el alma se expande no quería continuar con batallitas que, al final, solo me han traído perjuicios y cierres de puertas. Pero uno es cabezón, de ideas fijas, y ahora me he enfrascado, junto a algunos amigos y personas muy concienciadas con recuperar los valores de nuestro pueblo, en Los Molinos y su entorno. Así que a dar fuerte y que salga el sol por donde guste.

En “ese entorno” andan las Murallas del Albacar, un ejemplo insigne de construcción con tapia o tapial (tabiyya en su origen). Forman un lienzo continuo de magnífica factura, levantado hace alrededor de ochocientos años, con sucesivos quiebros que se adaptan a la fuerte pendiente y soportan muy bien las  presiones del relleno bajo el adarve. Cierran las faldas de la Ciudad a poniente entre las puertas de El Cristo y El Viento que se levantaron de mampostería y fábrica de ladrillo por ser más adecuadas para elementos con huecos. En su interior encontraban refugio los campesinos y sus ganados en tiempos revueltos. Su tapia es de gran calidad y a pesar del tiempo transcurrido se mantiene en bastante buen estado, con deterioros como es casi lógico, pero bien. La tapia es un método constructivo muy efectivo, barato y durable, siempre que quede protegido del ataque del agua, su peor enemigo. Se construía de forma parecida al hormigón de cemento de hoy: unos moldes de madera sujetos con tirantes llamados agujas permiten rellenar su interior con sucesivas capas de tierras ligeramente húmedas que se apisonan con contundencia. Estas tierras pueden tener cal mezclada, guijarros, fibras vegetales u otros. Para protegerlas se cubren con enlucidos de mortero de cal y albardillas.

Las he vuelto a ver de cerca estos días y el susto ha sido peor que el del domingo. Al parecer, para gastar algunos dinerillos que siempre sobran, nuestros Sentados decidieron realizar obras de reconstrucción y han hecho obras de OCULTACIÓN que zahieren la muralla. Creo que en pocos monumentos (esta muralla es un monumento declarado, no una apreciación) se ha actuado en los últimos tiempos con tanto desprecio a sus características y valores. No me habían llegado noticias de tamaño disparate, que supongo parte de la falta de sensibilidad y respeto por nuestros Patrimonio e Historia y continua con el olvido de la vigilancia obligada de nuestros regidores. Me asombra que ni los arqueólogos municipales, famosos por su escrúpulo habitual incluso en temas de nimia importancia, ni los demás técnicos municipales encargados del control de las obras, especialmente en edificios o construcciones de valor patrimonial, hayan dicho ni pío, o al menos estos píos no han trascendido a la población. Es un verdadero desastre y no encuentro más razón para que se haya producido que la resumida en frase del Conde de Romanones: al amigo se le pone el culo, al enemigo se le da por culo y al indiferente se le aplica la legislación vigente. En este caso aprecio una gran amistad.

Esta muralla de tapia se ha cubierto, donde  se ha actuado, con un gorro  imponente de mampostería extranjera, digo extranjera porque ni siquiera se ha tenido la delicadeza de utilizar piedra del lugar para este recrecido ocultativo, desfigurándola por completo y alterando para siempre su imagen única. Para colmo ni siquiera la actuación ha tenido lógica: no se han recuperado los lienzos más notables ni tratado puntos especialmente delicados (como el boquete que enlaza con la cuesta El Cachondeo) ni se han eliminado reparaciones anteriores  discordantes con la obra y ni protegidos los puntos peligrosos.

En algunas zonas la tapia quedaba, y queda, a nivel del suelo del adarve permaneciendo el riesgo de caídas. Donde se ha actuado se han levantado cajones superpuestos de piedras, no se puede llamar a “eso” muralla, totalmente disonantes y que cambian todo el perfil de la tapia. Es incomprensible para cualquiera, si es experto mucho más, que se haya autorizado esta “restauración” y que haya podido llevarse a cabo. Además, más de la mitad del lienzo de muralla ha quedado exactamente igual que antes de esta barrabasada. Bueno, tal vez debamos agradecerlo porque si hubiesen actuado en todo habríamos perdido para siempre este monumento. Al no hacerlo todavía podremos revertir la barbaridad gastando más dineros, claro.

“Debemos apuntar que esta muralla está recrecida en algunas zonas por una potente estructura de mampostería. Esta solución técnica puede venir derivada de la necesidad de realzar los muros tras el desmochado y la pérdida de pretiles en un momento indeterminado, pero posiblemente en periodo cristiano.”

“6. Con relación a los muros y parapetos resueltos con fábricas de mampostería, aunque posteriores a la fase original de la fortificación, se conservaron y restauraron al formar parte de la historia del monumento… No se reconstruyeron completamente los parapetos en los muros existentes, ni se “inventaron” merlones sobre los mismos. Únicamente se niveló el perfil superior de los parapetos de forma regular siguiendo el trazado en cremallera de la muralla.”

Estos dos párrafos los he copiado de una memoria publicada en internet por los autores de esta “reconstrucción” con la aparente intención de justificar lo injustificable, usando pueriles razones. Posiblemente algún experto haya alzado la voz, escandalizado. Yo no había tenido noticias, lo siento.

El año 1972 estudiaba arquitectura en Sevilla y para la asignatura de Historia del Arte hice un levantamiento de las murallas de Ronda que estudié muy seriamente. Para ello conté con la inestimable ayuda de mi catedrático, D. Rafael Manzano, de cuyo equipo formaba parte Ramón Queiro arquitecto encargado de la recuperación de las murallas, que me facilitó toda la planimetría de la que disponían. En la muralla del Albacar no existía esa potente estructura de mampostería que se cita en el primer párrafo. Donde había algún trozo eran pura ANÉCDOTA, (pequeños recrecidos seguramente realizados para evitar caídas, de mínima calidad y muy irregulares, de origen incierto, atemporales y sin el menor valor histórico o arquitectónico) que la “restauración” ha convertido en ESENCIAL. No se han inventado merlones, como se dice en el segundo párrafo, sino que toda la obra de mampostería de coronación es un INVENTO, muy gordo, que desfigura la imagen de la muralla y “la historia del monumento”. El adjetivín ha pasado a Sustantivo, con mayúscula.

Acompaño unas fotografías compuestas con visiones parecidas del estado actual y del que tenían en el año que levanté los planos (perdón por la calidad de estas pero entonces era un pobre estudiante con muy pocos medios, tan pocos que el “metro” que usé fue mi hermano, que aparece en ellas). En una, con la Puerta de El Viento al fondo, se ve uno de esos recrecidos “tan potentes” (sigue intacto) que se señalan en el primer párrafo y que han servido de base para justificar los gorros ocultadores, como los que se aprecian en la misma imagen entre muralla y puerta (estos los más discretos, cuasi aceptables).

Curiosamente el equipo que ha realizado esta “reconstrucción” es el redactor del Plan Director de Las Murallas, tal vez como premio a la amistad. Me tiento las ropas de solo pensarlo. También es muy curiosa la afición de los últimos Sentados por redactar Planes Directores de casi todo, parece que estaban locos por gastar más dinerillos en lo primero que se pudiera, sin más, ya que velar por la conservación y mejora de nuestro Patrimonio no parece que fuese su intención.

Acaban de publicar el de las Murallas y esos mismos Sentados han comenzado la apertura de un camino por el Arrabal en clara contradicción con dicho Plan. Sin investigaciones o catas arqueológicas previas y sobre los derrubios, de desmesurado espesor, que desfiguran la imagen real de toda la zona ya que la roca bajo la muralla alta está oculta casi en su totalidad por ellos. Según el Plan, en la primera etapa (2020-2022) con Prioridad Alta se acometerá el Bloque A: 1A. 2. Sondeos arqueológicos y estudios en paramentos en el interior del Arrabal Bajo. Y en la segunda etapa (2023-2025) con Prioridad Media el  Bloque A: 2A.2. Puesta en valor del Arrabal Bajo y el Bloque C: Accesibilidad y red de recorridos.  Es decir, ya en 2019 están haciendo lo previsto para el final sin encomendarse ni a Dios ni al diablo. O lo que es lo mismo: ni los propios encargantes, nuestro Equipo de Gobierno, se cree el Plan por ellos encargado ni lo respetan, saltándose lo que se suponen Normas obligatorias para todos. Da gusto ver el buen ejemplo que dan: Normas vendo que para mí no tengo.

Aquí me quedo, creo que por hoy ya es bastante; simplemente una coletilla: sin querer ser pájaro de mal agüero me veo en la obligación de decirlo. Se está solando el adarve de esta muralla, una estupenda actuación con un pavimento bonito, muy logrado y bien costeado (supongo), con piedra de nuestra zona. Pero es un pavimento muy liso y con una pendiente notable, en un lugar muy húmedo y bastante umbrío. Cuando le pase por encima la primera temporada de lluvias será una pista de patinaje y los bordes agudos de los escalones serán magníficos desnucadores. Y una nota final: la “reconstrucción” resulta muy difícil de observar por estar cubierta de maleza casi en su totalidad. Como supongo que esto no será exprofeso, lo menos que debería hacer nuestra Corporación es un mantenimiento periódico arrancando tantísima mala yerba, seguro que el coste es ridículo en proporción al de toda la actuación.


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