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Parajes de la Serranía de Ronda: Un paseo por La Donaira

Nada está fuera de su sitio aquí. Un lugar extraordinario, único, exclusivo, donde descansar, relajarse, buscar y sentirse en paz consigo mismo y con la Naturaleza

Por estos parajes se puede disfrutar de la naturaleza realizando largos paseos.

Nada está fuera de su sitio aquí. Un lugar extraordinario, único, exclusivo, donde descansar, relajarse, buscar y sentirse en paz consigo mismo y con la Naturaleza.

Se encuentra situado cerca de El Gastor, pero ya en la provincia de Málaga. Su entrada principal se halla en el Camino de Las Minas, un carril que discurre en muchos tramos por las cumbres de los cerros que separan las provincias de Málaga y Cádiz. El nombre del camino, “de Las Minas”, se debe a que fue construido por los nazis con objeto de facilitar la extracción de Wolframio, un mineral necesario y muy cotizado para darle fortaleza a las aleaciones de acero en las fábricas de armas. Cuentan que los niños de El Gastor aprovechaban en trazado del camino y las vagonetas existentes para lanzarse a toda velocidad por las fuertes pendientes a modo de montaña rusa del trazado del camino, también cuentan que existen referencias documentales de accidentes mortales de niños en esas vagonetas, accidentes nunca reconocidos por ningún gobierno alemán y, por supuesto nunca compensados.

La Donaira es una finca particular y el acceso no es libre. El viejo cortijo situado junto a un poderoso nacimiento de agua ha sido transformado con exquisito gusto en un alojamiento de excelencia con ocho habitaciones tan sólo, una Casa Rural extraordinaria y de lujo. Se han respetado los elementos esenciales del cortijo adaptándolo a los tiempos actuales y con las mejores tecnologías. Así las viejas y pequeñas ventanas del antiguo cortijo se han transformado en miradores de gran tamaño que permiten disfrutar las maravillosas vistas, tanto hacia la zona de los picos Lagarin (Algarin) y las Grajas como hacia la campiña gaditana. Para alojarse es necesario contactar con la gestión de la propiedad y ser recogido por sus vehículos en una antigua posada del pueblo que ha sido restaurada y hace las veces de oficina de La Donaira.

La integración en el entorno es una máxima en ese maravilloso proyecto y se realiza con sumo esmero cuidando todos los  detalles, un ejemplo son las paredes de piedra construidas o reconstruidas con piedra de la zona colocada a modo de piedra seca (piedra encajada sobre piedra). Se busca también la integración en el pueblo de El Gastor y para ello se emplean a muchos trabajadores del pueblo. Se ha repoblado grandes extensiones con plantas autóctonas como “Peros de Ronda”, se mima las encinas hasta el punto de colocar cajas de madera que tienen un triple uso, para anidar pájaros, para anidar murciélagos y como trampas contra parásitos. Otro ejemplo es la limpieza de cualquier objeto que pudiera distorsionar.

Los conceptos de Ecología y Sostenibilidad ambiental siempre están presentes, desde la comida vegetariana (si alguien quiere carne también va a disponer de ella), la elaboración de tisanas de hierbas naturales cultivadas por ellos, hortalizas de su propio huerto y otros detalles.

El jardín de plantas medicinales es una verdadera maravilla para los amantes de la naturaleza ya que, además de la gran cantidad de plantas reunidas, el diseño es aparentemente natural, nunca geométrico, con piedras y rocas integradas en el lugar sin que se note cuales estaban allí y cuáles han sido recolocadas, los trabajadores de esta zona, como todos los de la finca pero aquí se nota más, aman su función y hacen su trabajo con sumo esmero y cuidado. Un jardín semejante no es sólo una acumulación acertada de vegetales, también es un ecosistema donde los insectos como mariposas y coleópteros son abundantísimos y sobrevuelan continuamente dando colorido y vida al jardín. Pero donde existen insectos, también existen aves que los depredan y otros seres vivos que forman un pequeño ecosistema que es una verdadera isla de Biodiversidad en un medio ya rico en especies de seres vivos como son las “Dehesas”, especialmente estas dehesas de encinas de zonas montañosas.

Otros atractivos no menos importantes en las instalaciones de La Donaira son la piscina natural, que no tiene nada que envidiar a las antiguas albercas, piscina de aguas naturales no tratadas, solo filtradas con filtros de arena, aguas que conservan el frío de su nacimiento y las características de las aguas limpias de las antiguas albercas de regadío.  Se ve perfectamente complementada por unas instalaciones de Spa soberbias en sus cercanías.

Un recurso igualmente atrayente son sus magníficas cuadras de caballos, muy cuidadas, donde los animales disfrutan de una semilibertad siempre manajados por expertos cuidadores.

El campo donde está integrada la finca, las zonas cultivadas, las repoblaciones, sus paisajes,  tanto los más humanizados como las zonas más agrestes, proporcionan un entorno idílico donde volver a encontrar el equilibrio personal que la vida ajetreada de las ciudades actuales nos ha arrebatado. Y reencontrar el concepto de tiempo, de nuestro propio tiempo que hemos perdido.

 


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