Opinión

Guías de turismo

Es de uso normal el hecho de catalogar a la gente más por sus malos actos que por sus buenas  conductas.  Ha aparecido en este medio días atrás una información de Blas Gil en la que el sindicato Unión de Policía Local y Bomberos de Ronda denunciaba la inacción y pasividad de los responsables políticos y jefe de la Policía Local ante la creciente ola de carteristas que actúan en la ciudad.  El que suscribe este artículo en calidad de guía de turismo, sin representar a nadie pero con la certeza de que todos los guías pensamos lo mismo, tenemos que mostrar  nuestro agradecimiento a la actual autoridad competente y a la Policía Local, por el trabajo que desde un tiempo reciente a esta parte está llevando a cabo contra el intrusismo y por consiguiente de igual manera contra el numeroso grupo de carteristas que nos visitan.  Hay que tener en cuenta que la mayoría de los guías de Ronda conocen a los habituales “robacarteras”, siendo por tanto los principales valedores de sus grupos, aunque sin la Policía no podremos hacer nada, sino convertirnos en una víctima más de la justicia que estos ladrones se toman por su mano.

La dinámica del prestigio desprestigiando lleva apareada un cúmulo de despropósitos en los que influye enormemente el desconocimiento del problema y por tanto de su solución en el que para meter algo en costura y en razón hay que empezar desde abajo, desde la índole de las cosas, desde el fondo del problema, y si es en voz baja y palmo a palmo, mucho mejor.

Una de las fábulas de Samaniego llamada ‘Las Moscas’, parangona claramente lo que pasa en Ronda: “A un panal de rica miel dos mil moscas acudieron, que por golosas murieron presas de patas en él.  Otra dentro de un pastel enterró su golosina. Así, si bien se examina, los humanos corazones perecen en las prisiones del vicio que los domina.»

Ronda es un lugar, diríamos demasiado pequeño para tanto turismo, especialmente en los puntos de alta concentración y por ello los cleptómanos acuden porque no hay policías para tantos ladrones o dicho como en política, no hay pan para tanto chorizo. Por la utilización sesgada y parcial de la información que se divulga en los medios, como en este caso, cualquiera se convierte en juez, abogado y fiscal para juzgar a y condenar a gente, como es la Policía Local que lo está haciendo, no todo lo bien que debiera por falta de efectivos, pero si mejor que nunca porque el tema del turismo se está empezando a tomar en serio.

Los medios sacan a la luz muchas veces opiniones infundadas que se utilizan como argumentos en los juicios paralelos con cuyo poder de opinión sancionan conductas ocasionando daños innecesarios.

Aunque los juicios paralelos no tienen validez jurídica, sí mediatizan a los jurados, aunque solo sea a nivel del inconsciente, haciendo muy válido lo escrito por Víctor Hugo en su obra ‘Los Miserables’: “Lo que de los hombres se dice, verdadero o falso, ocupa tanto lugar en su destino, y sobre todo en su vida, como lo que hacen”. Las insuficiencias probatorias no se tienen cuenta en los juicios paralelos y a resultas se hace bueno aquello de que las cosas son más lo que parecen que lo que son y que no solo hay que serlo sino además aparentarlo.

Nuestro agradecimiento a la Policía Local de Ronda por su colaboración en nuestras tareas.


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