Opinión

Seso, mentiras y hospital

Se puede comenzar bajo la premisa, que hasta la fecha, el nuevo Hospital de Ronda ha dado para escuchar un buen número de mentiras.

Una retahíla de embustes iniciada por el Ayuntamiento de Ronda para ocultar su falta de previsión a la hora de proporcionar las infraestructuras básicas tal y como era su obligación. Recalificó los terrenos, se hicieron las preceptivas fotos y se olvidaron del tema. La Junta de Andalucía, siempre hábil y rápida, aprovechó los incumplimientos municipales para inventarse un ciento de patrañas para ocultar que los sucesivos retrasos en las obras tenía en la falta de fondos su única causa.

Cada campaña electoral nuestros políticos han intentado extraer réditos de la construcción, pero un Hospital sin infraestructura ni fondos, es difícil de vender, por lo qué el volumen de las mentiras crecía exponencialmente. Ahora en la enésima campaña que vive esta construcción, todas las partes intentan  dirigir la mirada de la población hacía un Hospital, sin fecha de apertura, sin infraestructuras y no sabemos si fondos.

En el mundo de las bolas y trolas, es la Junta de Andalucía quien se mueve mejor. Desde hace años viene contando que reduciendo personal en el actual Hospital las prestaciones no solo son las mismas sino que aumentaron en número y calidad. Para ello esgrimen las listas de espera, convenientemente cocinadas,  y como en  Ronda pocos protestan, dan por buenas las mentiras.

Confundir la apatía rondeña con credulidad es un repetido error cometido por todos los Gerentes que el SAS envía a dirigir el Hospital, es lamentable no poder mencionar algún nombre pero los cambian tan rápido que es difícil retener ni siquiera sus nombres. El error aumenta cuando se confunde apatía con estulticia. Es por eso que no resulta creíble el juego que se trae el actual gerente llevando en grupos a profesionales sanitarios a ver el nuevo Hospital y así dar apariencia de trabajo en equipo, cuando es sabido que el SAS no rectifica jamás y que lo que se dice en Sevilla es difícil de contradecir si se quiere conservar el puesto. Han tenido años para hacerlo y es a última hora cuando montan este paripé.

Las escasas noticias ciertas que el SAS deja caer, plantean un escenario donde la reducción de personal es su máxima prioridad, claro que aseguraran que esto no menguará un ápice las prestaciones sanitarias. En Ronda harán como si se lo creyeran y ellos salvaran su campaña electoral.

Parece ser que la victima propiciatoria de las ansias reduccionistas recae esta vez en mayor medida sobre Enfermería, solo así se justifican la reordenación física de Servicios para reducir controles de enfermería a la vez que se aumenta la ratio de pacientes para atender, pero eso, nos dirán, tampoco afecta a la atención. No importa si para conseguir el objetivo se incumplen normas básicas de organización hospitalaria.

Los gerentes que la Junta nos envía no se caracterizan precisamente por una sesera preeminente, más bien tienen la pinta de desubicados laborales que a falta de seso gestionan a golpe de decreto e imponen sus criterios sin preguntar a nadie. El resultado; poco seso, muchas mentiras y el Hospital depende, en campaña cumplirá sus plazos, aunque ha habido tantos que no se sabe cuales son estos plazos, después de la campaña vuelta a las mentiras.


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