Las negociaciones para promover una moción de censura contra el actual gobierno del PP, por el bien de la ciudad, no pueden demorarse por mucho más tiempo. La incertidumbre no es buena para nadie y menos para una ciudad que lo último que necesita es no saber a qué atenerse.
Además, ante la prolongación de las negociaciones, el propio equipo de gobierno está sumido en la incertidumbre y todas las gestiones de cara al futuro se encuentran en una suerte de espera que tampoco es lo más recomendable.
Si llega un nuevo equipo al Ayuntamiento, lo mejor es que lo hagan lo antes posible. Así podrán tomar decisiones sobre asuntos tan importantes como el PGOU, la reclamación de Merinos o la organización de los diferentes eventos que tiene la ciudad a la vuelta de la esquina y que un nuevo responsable municipal puede querer darle un giro diferente.
Seguir a medio gas solo puede ocasionar más problemas, y no son pocos los que ya tenemos como para entrar en un periodo de incertidumbre que termine por abocar a Ronda a perder un año. Mucho más, cuando parece que las intenciones del que podría ser nuevo equipo de gobierno tiene importantes repercusiones sobre el urbanismo, como rechazar proyectos de enjundia como Merinos o la Casa Rúa.
En definitiva, es hora de aclarar el futuro del Gobierno municipal para que Ronda pueda tomar nuevamente su rumbo. Además, a tenor de los primeros detalles que se están conociendo sobre el posible acuerdo de gobierno el cambio en el rumbo de la ciudad se antoja considerable, y es que Izquierda Unida siempre se opuso al “urbanismo a la carta”, por lo que deberá reorientarse la economía de la ciudad.
