El borrador de los presupuestos municipales que ha sido presentado esta semana, a expensas de un análisis en profundidad, presenta unas cuentas municipales sin grandes artificios o partidas para el lucimiento político, un aspecto al que hemos estado acostumbrados demasiado tiempo en la ciudad.
Quizás la única partida que se preste un poco a ello es el anuncio de un plan de empleo, una medida reclamada por muchos y que ha terminado por ser atendida por el Gobierno municipal, aunque la efectividad de este tipo de iniciativas en la lucha contra el desempleo es más que cuestionable.
Las cuentas municipales también reflejan otra realidad, la precariedad de unas arcas municipales que gastan buena parte de los ingresos en pagar los sueldos de los empleados municipales, mientras las inversiones se quedan reducidas a las aportaciones de la Diputación Provincial de Málaga. La institución supramunicipal será la encargada de finaciar la escuela de hostelería o la biblioteca comarcal, que se presentan como los dos grandes proyectos de impulso municipal.
Por otra parte, el incremento de la partida de Turismo de Ronda en un 17% parace indicar una apuesta clara por el principal pilar de la economía rondeña, aunque ahora queda comprobar cómo se gestiona la mayor disponibilidad económica para este área de gestión andalucista. Lo dicho, presupuestos sin artificio.
