La vida, ni más ni menos (José Juan Morales)

Si siguiera mi habitual línea temática esta semana les martirizaría con una de mis insoportables reflexiones acerca del Debate del Estado de la Nación, pero como han dicho lo de siempre, o sea, nada, no les voy a martirizar con ello.

Prefiero ocuparme esta semana de algo más serio. Algo mucho más importante que un puñado de rufianes malgastando nuestros impuestos y enzarzándose en luchas que están mucho más lejos de lo que realmente nos importa.

El día 29 de febrero es un día extraño como ustedes saben. Por eso se celebra en esta especial fecha el Día Mundial de las Enfermedades Raras. Al no ser bisiesto este año, esta conmemoración recae en el día 28. Una de las enfermedades catalogada como “rara” es la corea de Huntington, un mal neurodegenerativo que merma las capacidades psicomotrices del enfermo y termina con la muerte del paciente.

Alejandro Domínguez lucha desde hace 9 años contra este mal que padece su mujer, Encarni. Es un ejemplo de lucha diaria y constancia. El excepcional testimonio de Alejandro por sobreponerse a las barreras que sin previo aviso esta impredecible patología pone día a día en su camino es algo que no nos deberíamos perder. Voluntad, esfuerzo y sacrificio nunca lo suficientemente recompensados que merecen nuestra total admiración.

Para ilustrarlo, se ha publicado un vídeo de 9 hecho por el periodista Alemán Björn Göttlicher, el fotógrafo David Aparicio y con la música de Leo Auri, denominado “Breaking the Silence – Una historia sobre la enfermedad de Huntington”. El video se puede encontrar en la web www.puntdefocus.com. Si tienen la oportunidad no se lo pierdan que no se arrepentirán.

Del mismo podemos sacar mil lecturas y todas ellas nos servirán en nuestro día a día más que ver a un patán con barba pelearse con un gañán medio calvo en un edificio bonito. Ellas van desde cómo hemos de valorar lo que tenemos, puesto que en cualquier momento millones de circunstancias pueden trastocar nuestros planes, hasta el valor de un hombre que se sobrepone a las adversidades y lucha día a día con los recursos mínimos.

Los que se suben a la tribuna del Congreso deberían bajarse al barro del día a día y empezar a conocer un poco las consecuencias que en nosotros tienen sus decisiones. Igual así se lo pensaban mucho más a la hora de recortar en recursos básicos, en sanidad, sobre todo. Igual así empezaban a pensar un poco en lo más preciado que tiene la gente que no es ni más ni menos que su vida.