Opinión

¿Y ahora qué? (Raquel Mena)

Ordené todo, limpié inútilmente la casa intentando eliminar todas las brillantinas que se desprendieron de los adornos. Ya está todo guardado… guirnaldas, arbolitos, luces y demás abalorios navideños ocupan de nuevo su correspondiente lugar en el garaje. Ahora que terminé, hago balance, me siento a valorar los sucedidos de 2013 y las esperanzas de 2014. Sonrío con anécdotas pasadas, entro en un bucle infinito de nostalgia y añoro ese valioso tiempo que perdí haciendo nada. Ese tiempo ya no vuelve, el reloj no da tregua y una no tiene mas remedio que volver a perderlo lamentándose.

Saqué mis instintos primarios opinando sobre lo que sucede a mi alrededor, en este cada vez mas lúgubre país que huele a sacristía. ¿Ofendí? Quizá si, y si lo hice fue con conocimiento de causa, premeditación, alevosía y  en ocasiones hasta con nocturnidad. ¿Falté el respeto? Probablemente si, a todos los que leyeron algo y se sintieron insultados, y esa, era mi intención. ¿Mentí? no… yo tal vez pueda hacerlo, pero hace tiempo que no dejo que mi alma caiga en esa trampa, y cuando escribo la dejo hacer a ella.

Por suerte conseguí conservar mis mas valiosos tesoros durante estos 365 días pasados. No me desahuciaron pues de mis amigos,  mi familia y mi lindo amor.

Conservo una salud, que a trompicones, me hace disfrutar de la vida aunque mi espalda siga sonando como una cruel carraca de primaveras mal llevadas.

¿Y ahora que? Ahora me prometo a mi misma seguir igual. Que si molesto, no toquen a mi puerta no vaya a ser yo la que abra. Que los de siempre tenéis copia de la llave y no tenéis ni que llamar.

A ti amor, en este 2014 te daré todo lo que no me pidas para que podamos seguir escribiendo los capítulos de esta vida que se convirtió en deliciosa cuando apareciste.

A ti, lindo proyecto que vienes de camino te haré sonreír cada día, dedicaré todos mis esfuerzos a hacer de ti, un embajador de ilusiones y esperanzas.

A todos los que de una manera u otra contribuisteis a hacer del año pasado un año para recordar, prometo saldar mi deuda con vosotros en este 2014.


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