Opinión

Manual para la decencia del clero (Raquel Mena)

Por méritos propios, por recibir a “porta gayola” a la evolución y el progreso, por todo ello y más, el Arzobispado de Granada es merecedor de estas letras.

Comenzaré poniendo al día a los lectores que no conozcan la noticia. Resulta, que el Arzobispado de Granada ha editado un libro (escrito por una mujer), titulado “Cásate y se sumisa”. El Sr. Obispo, encantado con la idea, justifica su decisión amparándose en su responsabilidad para con la dignidad cultural de la fe. Bonita frase para que fuese cierta.

Después de ésta y otras afirmaciones y actitudes, dudo mucho que estos personajes hayan sido engendrados por una madre. Es tal el desprecio que la Iglesia muestra hacia la mujer que puede llegar a ser denunciable. Pero claro, la diferencia radica en que es un obispo el que actúa y no un Imán de Tarragona.

Supongo, después de leer varias noticias respecto al tema, que lo que pretende el obispado es, devolver a nuestra sociedad esa extraña figura de la “prima”, “sobrina”, “tía” o “hermana”, que a menudo acompañaba a los curas a sus destinos.  Esa mujer sumisa, que trabajaba sin descanso para satisfacer las necesidades fisiológicas del párroco (entiéndase por necesidades fisiológicas las de dar de comer y beber, no sean malpensados o intuyan que yo pueda serlo, Dios me libre). Este es el referente femenino que ciertos miembros de la jerarquía eclesiástica han tenido en sus vidas, con lo cual es normal que entiendan a la mujer como un simple robot de cocina sin capacidad de raciocinio. Por otro lado, miren cómo en la Biblia la única mujer que pare, lo hace siendo virgen y por una extraña inseminación aérea. Tampoco existen mujeres relevantes consagradas en esta religión, salvo alguna que otra santa fallecida con la única función de calmar la sed de milagro del graderío.

Debe resultar práctico pertenecer a esta empresa llamada Iglesia. Hagas lo que hagas o digas lo que digas, jamás te despiden. Aunque creo que esto se debe a la incapacidad que tiene la dirección para distinguir los pecados de los delitos. Es más, barajo datos certeros sobre las vacaciones en los palacetes de Los Siervos del Paráclito, a la que han sido condenados ciertos sacerdotes de costumbres poco ortodoxas.

En fin, el tiempo me ha enseñado a discernir, a distinguir entre lo que es una religión, que como todas se merece mis respetos, y un negocio, el negocio de la fe. Siempre he dicho respecto a este tema, que la partitura es muy buena, pero el músico muy malo.  Como mujer no respeto bajo ningún concepto estas actitudes deplorables, machistas y fascistas que la jerarquía de la Santa Madre comete a diario. A mi me encantaría que por una vez en la vida, mis amigos cristianos pudieran presumir de serlo, me encantaría que la Iglesia condenase todas las atrocidades que comete a diario en el mundo (entre ellas gastar mas de 2.000 millones de dólares en los últimos años tapando casos de pederastia). Pero esto es mucho pedir, y más bien, algunos después de leer este artículo quieran practicarme un exorcismo, aunque mi maravillosa enfermedad haya sido fruto de haber respirado mujeres libres toda mi vida.


3 comentarios en “Manual para la decencia del clero (Raquel Mena)

  1. Maripaz

    ¡¡Magnífico!!.Felicidades de veras. Verdad verdadera. Fin de la cita.

    • Raquel

      gracias Mari Paz

  2. Maripaz

    No tienes por qué darlas, lo que dices si es Verdad verdadera. Fin de la cita.

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