Opinión

Una de Pleno (Javier Flores)

Iniciamos esta sección para contarles esa parte de la actualidad que no suele aparecer en los titulares o en el grueso de las noticias. Esas percepciones que en ocasiones dicen más que la información pura y dura.

Para nuestra primera trastienda nos vamos a fijar en el Pleno celebrado el pasado jueves, que me cuentan que fue una combinación entre miradas al cielo, miradas desafiantes, caras de vírgenes dolorosas en plan ahora me enfado por lo que me dijiste. Me dicen que tampoco faltaron algunas sonrisas cuando la portavoz del PA llamó Nardo al concejal de deportes, Bernardo Crespo, y la portavoz del PSOE se refería al mismo edil como el muy amable concejal de Deportes, lo que nos daría una combinación sin desperdicio en su nuevo bautizo: El muy amable Nardo.

Tampoco tenía desperdicio la bancada andalucista, que, por casualidades del destino, como si de alguna premonición se tratara, estuvo divida durante buena parte del Pleno, separado el grupo municipal por la edil del PP, Concha Muñoz, que se sentó entre Vicente Becerra y Rafael Flores. Fatabla un sillón, que está en reparación, y la reordenación del mobiliario dejó esta curiosa imagen.

Tampoco faltaron las cámaras de TeleDesnu (él mismo con  su teléfono grabando todo), aunque cuando llegó el momento estelar, la intervención del conocido como Defensor del Ciudadano, se acabó la batería, algo que la alcaldesa se encargó de advertirle. Eso sí, siguió adelante y protoganizó un momento estelar, al transmitir una queja de la señora Yuste, a la sazón madre el concejal del PP, Antonio Arenas, lo que provocó una carcajada casi general.

Otro detalle que no merece pasar desapercibido es el debate vía Twitter mientras dura la sesión, que suele tener como protagonistas a los mismos personajes, El muy amable Nardo, al llamado concejal Internacional (Alvaro Carreño) y al gerente de la radio municipal, Carlos Ruiz, al que, por cierto, le pidieron desde IU que le diese un limpiadito a los aseos de la emisora, que parece que están un tanto guarretes.

La trastienda también se traslada al espacio reservado para el público, que está dividido en dos mitades claras. La izquierda para los acompañantes del PSOE, la derecha para los simpatizantes del gobierno municipal.  Allí también suele estar el jefe de prensa, nuestro compañero Blas Gil, del que es conocido su habitual nerviosismo. Loco me lo iba a volver la delegada de Hacienda, que le dijo que iba a sacar un cuadro en papel con la deuda, y a cada amago de la edil hacia un intento de levantarse cámara en ristre. Pobre su pierna dolorida por una lesión en una de esas excursiones al campo para hacer una rueda de prensa en mitad de la nada.


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