Ronda

La preocupación por una posible investigación estaba extendida en el entorno de Marín Lara

Sin embargo, un colaborador del exalcalde le transmitió una información que desmentía los rumores

Agentes de policía portan cajas con diversa información.

El levantamiento parcial del secreto de sumario del caso Acinipo, casi 2.000 folios entregados a los imputados, ha dejado al descubierto innumerables conversaciones telefónica registradas como parte de la intervención de los teléfonos de varios cargos municipales y representantes de empresas que mantenían relaciones con el Consistorio para la tramitación de proyectos urbanísticos en la ciudad. Entre ellos, como ya les contábamos la pasada semana, destaca la tramitación del proyecto para la construcción del centro comercial Eroski, que aparece como uno de los hechos investigados de mayor relevancia, al considerar los investigadores que los entonces responsables municipales se plegaron a los intereses de una empresa privada y vincularon diversos actos del Ayuntamiento de Ronda a los mismos.

Además, en las mismas también se reflejan las sospechas que tenían el exalcalde y su entorno sobre una posible investigación policial, al tiempo que su preocupación y diversas gestiones realizadas para tratar de averiguar si realmente les estaban investigando. Este hecho queda reflejado en una conversación mantenida entre Marín Lara y uno de sus compañeros de despacho, en la que éste le expresa su sospecha de que algo de “enjundia” tiene que haber, dada la actitud que han pasado a tener los funcionarios del juzgado número 2 cuando llega al mismo. Un cambio de actitud hacia su persona que el compañero de Marín Lara sospecha que puede estar relacionada con algún tipo de investigación en curso sobre el Ayuntamiento y que los funcionarios son conocedores de la relación profesional existente entre ambos. Además, en el entorno del alcalde también se recibe información supuestamente proveniente de una persona próxima a un fiscal de Málaga que apunta a la no existencia de ningún tipo de investigación en curso, aunque para esa fecha los agentes de la Udyco ya llevaban aproximadamente un año buscando pistas y pruebas para tratar de confirmar sus sospechas sobre presunta corrupción urbanística en Ronda. En una conversación con un estrecho colaborador, éste le asegura que: “Bueno, pues quédate tranquilo eh!, que en Ronda no hay na!; ¿seguro?; En Ronda no hay nada”

De igual modo, en esta parte del sumario aparecen los seguimientos realizados por agentes de la Policía Nacional de Ronda sobre varias reuniones de las que previamente se había tenido conocimiento por la información obtenida mediante los pinchazos telefónicos. Una de ellas hace referencia a la tramitación de un proyecto del conocido diestro malagueño Javier Conde, que acude al Ayuntamiento rondeño para reunirse con el alcalde y analizar la situación de su proyecto, que pretende convertir en casa una nave de una finca que adquirió en un paraje de la Hoya del Tajo. Esa reunión contó con un dispositivo de seguimiento situado a las puertas del Consistorio.

Por otra parte, los investigadores también montaron un dispositivo de seguimiento para otro encuentro concertado por el exalcalde rondeño, en este caso, con el exedil de Jerez, Pedro Pacheco, que se había interesado por la situación urbanística de los terrenos próximos al nuevo hospital comarcal rondeño y que sería objeto de interés por parte de algunas firmas comerciales para instalarse en los mismos. Aquel encuentro tuvo lugar en un conocido restaurante rondeño del casco histórico, mientras a sus puertas varios agentes controlaban la reunión y los asistentes a la misma.

Precisamente, el encaje de diversos proyectos urbanísticos en el nuevo plan o su tramitación vía innovación es otro de los aspectos que comienza a esgrimirse en esta parte de la investigación.

En cuanto al apartado político, queda patente el desencuentro entre varios de los máximos responsables del gobierno municipal de la pasada legislatura y el entonces edil del PSOE, Juan Fraile, al que sus propios compañeros acusaban de torpedear algunos de los proyectos en marcha con sus advertencias sobre presuntas irregularidades o callando informaciones sobre pasos que debían estar hechos y que realmente no lo estaban.

En este apartado también se reflejan las llamadas a distintos responsables de la Junta de Andalucía y el PSOE malagueño, entre ellos el entonces delegado provincial de Obras Públicas, Enrique Benítez, o el propio secretario general del PSOE, Miguel Ángel Heredia, para que intercedan en la agilización de los trámites que debía seguir Eroski.  Entre los responsables municipales había un gran interés en que llegase a tiempo a las pasadas elecciones municipales, con el objetivo de lograr el consiguiente crédito político en las urnas. En las conversaciones intervenidas se refleja como esas llamadas habrían tenido efecto y algunos de los pasos a seguir se pudieron agilizar de forma importante.
Además, en distintas conversaciones se hace referencia a la posibilidad de tener que pasar por el consejo Consultivo de Andalucía para aprobar el proyecto, un momento en el que también se hace referencia a la posibilidad de contactar con diversas personas para solventar positivamente este paso si fuese necesario, como es el caso del que fuese secretario general del PSOE de Andalucía, Rafael Velasco. No obstante, en este parte del sumario no se llega a concretar si esas llamadas se llegaron a realizar.


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