Ronda

Un peregrinaje de más de 500 kilómetros para pedir un empleo

Jesús Manuel Gracia en la primera etapa de su viaje.

Más de 500 kilómetros. Esa es la distancia que tiene por delante Jesús Manuel Gracia, un vecino de Ronda que lleva sin empleo desde agosto de 2009 y que, harto de llamar a puertas que nunca se abren, ha decidido llegar a pie hasta el Congreso de los Diputados en Madrid con el objetivo de entregar una carta a aquellos que tienen el designio del país entre sus manos y pedir un trabajo digno. “No tengo ahorros para montar un negocio pero sí dos piernas para caminar”, declaró a este periódico durante un descanso el pasado lunes, primer día de su periplo.

Gracia partió de su casa a las ocho de la mañana, cargando con una mochila, una tienda de campaña y un saco de dormir. A sus espaldas quedaron su mujer y dos hijos adolescentes, que aunque dolidos por verlo partir, le brindaron su apoyo desde el principio. “Siempre he sido un ejemplo para ellos y están orgullosos por verme luchar”.

En la actualidad la familia trata de sobrevivir con los 500 euros que gana su esposa, de los cuales 200 van destinados a pagar la hipoteca de la vivienda, ya que las diferentes ayudas se les agotaron hace tiempo. “En toda mi vida sólo había estado parado alguna semana, pero nunca se me terminó el subsidio de desempleo”, explica, si bien es cierto que nunca ha gozado de un puesto estable. “He trabajado en la construcción, de pintor, de camarero… En lo que iba saliendo”, apunta.

Atendiendo una llamada de apoyo durante un descanso.
Atendiendo una llamada de apoyo durante un descanso.

El particular peregrinaje de este rondeño está perfectamente planificado, si no hay contratiempos importantes. Ha dividido el recorrido en 22 etapas diarias a una media de 25 kilómetros cada una, aunque el primer día llegó a los 35. Cañete la Real fue su primera parada, donde recibió una gran acogida por parte de los vecinos. “Me han pagado una comida y el alojamiento en un albergue”, señala.

Mientras avanza en su camino, Jesús Manuel Gracia solo espera que su caminata no sea en vano, aunque no parece muy optimista. “Hay mucha gente sin trabajo, así que ni siquiera te escuchan”, se lamenta. Sin embargo, se conforma con poco y asegura que verá cumplido su objetivo si alguien dedica, al menos un minuto a leer su carta, en la que explica su situación personal.


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