La información publicada por La Voz de Ronda la pasada semana en la que se anunciaba la renuncia de algunos ediles socialistas a salir en las procesiones de Semana Santa provocaba la rápida reacción del PSOE rondeño, que en un comunicado declaraba su total apoyo a la Semana Santa de Ronda. Tal y como se hacía eco nuestra información, comentaban que dos de sus ediles, Teresa Valdenebro y Margarita Perujo, se habían interesado en la participación de algunos concejales socialistas en los desfiles de nuestra Semana Mayor.
Hasta aquí la noticia, que no tiene más importancia que la que se le quiera dar, que parece que para algunos es mucha. Probablemente hubiera pasado desapercibida de no ser por la fotografía que la acompañaba, el concejal socialista Alberto Orozco acompañando a la procesión del Prendimiento apenas un mes antes de la celebración de las pasadas elecciones, siendo Orozco uno de los ediles que se mostró totalmente opuesto a su presencia y participación en los desfiles de este año.
Cada uno es muy libre de tener y expresar sus creencias como lo estime conveniente. El PSOE rondeño se ha caracterizado por tener una estrecha relación con las hermandades rondeñas y ya en 2003 el entonces candidato socialista, Juan Benítez, realizó una campaña electoral en cuyo video salían varios hermanos mayores de distintas hermandades mostrando su apoyo público al Partido Socialista (algo que fue bautizado como “operación capillita”). Entonces no hubo apenas críticas por parte de nadie, como tampoco se deben hacer ahora por la decisión de algún edil socialista de no participar en los desfiles procesionales.
Dicho eso, lo que tenemos que preguntarnos ahora es: ¿Es el señor Orozco más ateo hoy que hace apenas 12 meses? ¿Considera que entonces el salir en la procesión iba en el sueldo y ahora con lo gana en la oposición no le sale a cuenta pegarse una “paliza de andar” detrás de algo en lo que no cree? Y sobre todo, ¿reconsiderará su posición dentro de tres años cuando se aproximen las elecciones de un no tan lejano 2015?
Gracias a Dios, que viene a cuento, en España es más que lícito cambiar de opinión, de creencias, de líder político o de mensaje político, según se esté en el gobierno o en la oposición, que de todo sabe un poco el señor Orozco, pero siempre hay que tener cuidado con las fotografías que uno se hace, porque afortunada o desafortunadamente “una imagen es para siempre”.
