Cultura y Sociedad

El tiempo permite a la Columna y el Silencio desfilar con brillantez

Vera+Cruz, Ecce-Homo y Padre Jesús aguardan la evolución meteorológica para hoy

Vera+Cruz, Ecce-Homo y Padre Jesús aguardan la evolución meteorológica para hoy

Las hermandades rondeñas pudieron respirar ayer con alivio después de la lluvia caída durante la mañana, ya que por la tarde el cielo dio una tregua y las dos estaciones previstas pudieron desfilar con brillantez. No obstante, tanto la Hermandad de Nuestro Padre Jesús en la Columna como la del Cristo de la Sangre son dos de las que cuentan con más fieles de entre todas las agrupaciones rondeñas.

A las 20:30 horas de la tarde fue la Columna la que hizo su impresionante salida desde la iglesia de San Cristóbal, cuyos aledaños se convirtieron un año más en un hervidero de gente que quiso acompañar a las imágenes titulares en el inicio de su recorrido. Los más de 700 hermanos de fila que componen el más largo de los desfiles procesionales de cuantos recorren las calles de Ronda volvieron a demostrar como es posible organizar a tantos penitentes, algo que no es fácil teniendo además en cuenta el gran múmero de pequeños que salen en esta procesión.

Durante las más de cuatro horas de presencia en la calle del Atado a la Columna y su Madre, “La Novia de Ronda”, como  se  conoce popularmente a la Virgen de la Esperanza, se vivieron momentos de intensa emoción que se hicieron más notorios si cabe en su recogida en la calle Ermita.

Por su parte, el Cristo de la Sangre y Nuestra Señora del Mayor Dolor volvieron a realizar su emocionante recorrido después de que el pasado año la lluvia hiciera imposible su salida. Y lo hizo como es tradicional con el sobrecogedor silencio que acompaña a la Hermandad que por todos es conocida precisamente como El Silencio. Un silencio que sólo se rompió en dos ocasiones, la primera a las once de la noche cuando el Fiscal  dio los tres golpes en la Puerta del Silencio que oficialmente dan inicio al recorrido y cuando uno de los horquilleros del Cristo dio la voz de “ahora empieza”, en referencia al desfile del próximo año.

Uno de los momentos más emocionantes de la noche se vivió al paso de la procesión por la calle Armiñán, donde, con las luces de las farolas apagadas, solo las velas de los penitentes y unas antorchas situadas en las ventanas alumbraban a la comitiva.

Hoy la ciudad del Tajo vive su día grande con la salida de tres procesiones: la Vera Cruz, el Ecce-Homo y Padre Jesús. Sin embargo, las miradas se vuelven un día más hacia el cielo, ya que las previsiones no son buenas y pronostican una alta probabilidad de precipitaciones.


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