Opinión

Los otros “pitufos” (Nacho Garay)

El estreno de la película “Los Pitufos” que tuvo ‘premieré’ especial en nuestra ciudad el pasado jueves con todos los vecinos de la vecina localidad de Júzcar como protagonistas de lujo, la verdad es que el pelotazo turístico para Júzcar ha sido espectacular y con visos de tener continuidad en el futuro, los pueblos blancos de la Serranía parece que tendrán un pequeño borrón en azul, al contrario que el mapa autonómico español que se ha vestido casi completamente de ese color, me ha traído a la memoria la escasa altura de miras de algún político de nuestra ciudad que desde el  duro banco de la oposición parece no haberse dado cuenta que su situación es tan triste, para él, como justa dados los resultados electorales que se produjeron el pasado 22 de mayo y que apartaron a Marín Lara de un sillón municipal que en algunos momentos el reconvertido socialista todavía tiene sueños (más infantiles que otra cosa) de ocupar.

Marín Lara dice que se sigue sintiendo alcalde y gestionando como tal. Habría que ver qué gestiona un señor que es cuestionado hasta en su grupo municipal, el más pequeño obtenido por los socialistas desde 1983, y que se permite dar consejos a un equipo de gobierno que si algo debe tener claro es marcar el rumbo contrario al que llevó al desastre político al PSOE rondeño y a la ruina económica a los ciudadanos de Ronda y que dejaron a Marín Lara con siete concejales tras haber gobernado tres años con 16 ediles, en una merma casi desconocida en la política andaluza en los últimos años (hay casos aún peores pero pocos).

Marín debe acostumbrarse a que labor que le corresponde ahora  es la de fiscalizar el trabajo de los nuevos gobernantes, ofrecer sus ideas y experiencia al servicio de la ciudad y tratar de ayudar a Ronda a salir a flote de una situación de la que si bien hay que reconocer que no es el único culpable, ni siquiera el PSOE es responsable absoluto, si es el máximo ejecutor de una política que ya ha pagado sus  consecuencias en las urnas, con la pérdida del poder por su parte y que no sabremos hasta donde pudieran alcanzar en otros aspectos si los resultados de la auditoría que se realizará sobre las cuentas municipales nos traen (que sinceramente espero que no) sorpresas desagradables.

Ahora que los Pitufos pasean su bondad por la Serranía gracias a esos extraordinarios vecinos de Júzcar, que estamos en un periodo vacacional para muchos y que Zapatero ya ha anunciado que adelanta las elecciones, es tiempo de reflexionar, de saber en que ha fallado el proyecto que encabezaba Marín. Tal vez ese era precisamente el fallo, y ahora bien haría en mantenerse una temporada de reflexión sobre sus posibles errores, muchos, variados y caros para el ciudadano, y no convertirse en un malvado Gargamel al que ya nadie teme y del que pocos esperan ya que sea el jefe del grupo mayoritario de la oposición que nuestra ciudad necesita.


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