Opinión

Triste sinfonía (Lucas Gavilán)

Mucho ha llovido ya y muchas corcheas y acordes han surcado los cielos de Ronda y de sus pueblos desde que Confucio dijo que la música es “el claro de luna en la noche tenebrosa de la vida”. Y de no ser porque el claro de luna de Confucio al llegar a Ronda queda oculto por unos nubarrones oscuros, no escribiría este artículo y, con toda seguridad, me iría tocando bajito con la música a otra parte. Me explico. Colgaba del calendario el año 2008 cuando distintas bandas de música de Ronda y de los pueblos vecinos se dieron cita y nos deleitaron con sus mejores melodías en la plaza del Socorro. Motivo: la denominada “Explosión Musical”. Encuentro convocado por la Cocejalía de Educación y el Conservatorio, con el objetivo de reivindicar la “necesidad inmediata” que esta ciudad tenía de conseguir ampliar los estudios musicales de Grado Medio hasta su sexto año. Es decir, conseguir para Ronda lo que se denomina “Conservatorio Profesional”. Actualmente solo se pueden cursar aquí dos años de este grado, que una vez superados, los alumnos/as se ven obligados a trasladarse todos los viernes a Málaga, si quieren terminar el Grado Medio. Circunstancia esta que les supone un gran trastorno en su ritmo habitual y normal de vida.

Cualquier alumno/a de 3º de E.S.O que se matricule en 3º de Grado Medio se ve obligado a salir como mínimo media hora antes de clase todos los viernes para poder tomar el autobús a tiempo, que le lleve a Málaga, donde llegan estresados, sin haber tenido tiempo de almorzar, comiendo un bocadillo, para dar sus clases en el Conservatorio de la capital. Y del que regresan finalmente a Ronda sobre las 11 de la noche. Sin duda, todo este ajetreo supone un sacrificio y un esfuerzo extra del que nuestros chicos/as se hubiesen librado de existir aquí en Ronda la posibilidad de cursar el Grado Medio al completo.

El resultado final de toda esta vorágine y donde quiero llegar con este artículo es al alto índice de abandono y fracaso de los alumnos de música. Triste y descorazonador reflejo de una “explosión musical” que no fue más que un globito que se desinfló apenas subió a escasa altura del suelo.

De esta forma Ronda y sus pueblos se convierten en un lugar de músicos frustrados y fracasados, cuya carrera quedó varada a mitad de camino. Y la alegre melodía llena de ilusión y esperanzas que nuestros esforzados y voluntariosos estudiantes de música entonaron en sus primeros años de conservatorio, se torna con el paso del tiempo en la marcha fúnebre de su propio abandono y fracaso, como consecuencia del revés y del obstáculo que en su camino significa tener que desplazarse todos los viernes a Málaga a partir de 3º de Grado Medio; porque por muy buenas que puedan ser nuestras carreteras, Málaga sigue distando a más de 100 Km, que con el camino de regreso suman finalmente más de 200 Km. Distancia que, un viernes por la tarde y cansados como terminan nuestros hijos tras una larga semana de estudios, se torna abismal e insalvable. Motivo éste por el que muchos padres y madres se ven irremediablemente abocados a tomar la decisión, acertada o no, de no permitir a sus hijos/as realizar tantos viajes de ida y vuelta a Málaga.

Por todo lo dicho, según mi modesta opinión y la de otros padres y madres, las Cocejalías de Educación y Cultura deberían retomar este asunto, que surgió y venimos arrastrando muchos años atrás, y tomárselo muy en serio. Es necesario que juntas con el alcalde a la cabeza, llamen a la puerta del organismo competente en la materia con el muy necesario fin de conseguir para nuestra ciudad el Grado Medio completo. Tercero para el próximo curso y así sucesivamente. Logro que, además de suponer unas prestación y un beneficio importante en la educación musical de nuestros hijos, nos otorgaría un plus de prestigio en el área de la enseñanza.


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