Opinión

A vueltas con la curva (Manuel Ramírez Troyano)

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha ratificado la suspensión del acto administrativo que supuso la aprobación definitiva del estudio de detalle de la Unidad de Ejecución UE-2, la Curva, adoptado por el Ayuntamiento de Ronda en pleno de fecha 30 de mayo de 2002. Suspendido este acto, el estudio de detalle se considera nulo y por tanto las viviendas allí construidas quedan fuera de la legalidad.

Esta decisión del TSJA, años después de la construcción de las viviendas, todas ellas vendidas y ocupadas por familias que aún pagan más intereses que capital en los prestamos hipotecarios,  es un buen reflejo de los modos y maneras de cómo han ejercido los políticos locales durante estos años.

En este tema han intervenido, directa o indirectamente, tres de los últimos cuatro alcaldes de la Ciudad, con la excepción de la Sra. Aguilera, a la que no se le dio tiempo ni de calentar el sillón. Todos los demás son corresponsables de esta ilegalidad.

El Sr. Herrera Raquejo se convirtió en actor principal al firmar el convenio horas antes de ceder la alcaldía; el Sr. Benítez Melgar, receptor del sillón, nada hizo al respecto, salvo negarse a escuchar las denuncias y protestas que desde el mundo ecologista llegaban; y, por último, el Sr. Marín Lara que, aún con una sentencia de anulación del estudio de detalle en el año 2004, no tomó ningún tipo de medidas e incluso mantuvo como delegado de Obras y Urbanismo al Sr. Herrera. Es obvio que sus intereses personales estaban muy por encima de los intereses de la Ciudad y en ese momento necesitaba al Sr. Herrera para mantenerse de alcalde,  por lo  que se convirtió en cómplice necesario.

Tres alcaldes con muchas cosas en común. El Sr. Benítez pasará a la pequeña historia de este pueblo como el más torpe negociador político, ya qué para salvarse del impacto electoral, propiciado por el GIL concedió dos años de alcaldía al Sr. Herrera, que se encontró con un mando en plaza inesperado. Nunca tuvo el PP, con el Sr. Herrera a la cabeza, la más mínima oportunidad de alzarse con el poder en Ronda y fue el PSOE con el Sr. Benítez quien le insufló un aire con el que el Sr. Herrera ha sacado petróleo. El Sr. Benítez, entre la tesitura de comportarse como un político con miras o un mercachifle de la política, eligió la segunda opción. Bajo la bandera anti GIL, el Sr. Benítez entregó la llave del Ayuntamiento al Sr. Herrera, quien a posteriori permitió la entrada del GIL y apoyó, por dos veces,  al Sr. Marín Lara,  que el tiempo ha revelado como el “gilista” más duro, aunque en su cobardía política siempre se presente bajo una piel de cordero compuesta de lana andalucista o socialista.

Todos se han votado entre ellos en algún momento, todos han ostentado el poder gracias al voto de los otros dos y todos han permitido de todo con tal de mantener un poderoso estatus político.

Esta irregularidad de La Curva no es más que un botón de muestra, aunque se podrían enumerar otras muchos: Merinos, terrenos del nuevo Hospital, finca Corchero, etc., y todas ellas representan el fracaso más absoluto de esta generación de políticos que ante la desidia ciudadana han estado jugando con la Ciudad durante años sin importarles el atasco social y económico al que condenaban a la ciudadanía, más palpable ahora que toda España está en crisis, y que en Ronda se ceba con más crueldad debido a los juegos malabares a los que estos señores se han dedicado durante años. Poder a cambio de vista gorda, quid pro quo.

Adenda aparte merece el análisis de la actuación de otro ex-alcalde, verdadero autor intelectual de esta forma de entender la política. El Sr. Fraile Cantón, para ocultar su derrota frente al GIL, y solapar su responsabilidad en el desembarco de los “malayos” en Ronda, no ha parado de conspirar con todos y contra todos. Instigador de la moción de censura que alzó al Sr. Marín a la alcaldía, no dudó en maquinar a espaldas de sus propios compañeros, él sabrá a cambio de qué, para impedir que la Sra. Aguilera fuera alcaldesa. Fue el primero en huir del barco y refugiarse en Diputación cuando en Ronda cocían duras, incendió el PSOE en los previos de las anteriores elecciones municipales, provocando con ello la victoria del Sr. Marín. En aquella ocasión se fajó con una saña, desaparecida ahora que el Sr. Marín se ha hecho dueño del PSOE. Lejos de hacer algo, mantiene con su voto y su presencia en la Delegación de Obras, al Sr. Marín en la alcaldía, con su silencio permite que conviertan al PSOE en una agencia de colocación para estómagos agradecidos. La relación entre estos dos es algo más que una relación política.

En la dura realidad quedan un centenar de familias estafadas, hipotecadas en unas viviendas declaradas ilegales y que, a buen seguro, algún político oportunista se ofrecerá legalizar, igual que  está ocurriendo en Marbella, pero para ello las familias tendrán que hacer otro desembolso. Esta ralea gana dinero con la ilegalidad y vuelve a ganar con la legalización: miserable sistema tenemos. Nadie reclamará a la promotora los dineros que fraudulentamente ganó y nadie exigirá a estos políticos su responsabilidad política. Solo les sacarán más dinero a las familias, como siempre.


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