Opinión

Manuel Ramírez Troyano: «Observatorio Político en Ronda»

Recientemente se pudo leer en la prensa local la creación de un Observatorio Político en Ronda. En una sociedad, con un alto nivel de desvertebración, resulta esperanzador ver que en su sociedad civil hay personas dispuestas a organizarse para participar en la vida pública.

Era imposible que una de las causas responsable de las crisis que se sufren a nivel nacional no tuviera su manifestación a nivel local. Durante estos años de democracia la ciudadanía ha abdicado de la participación en la vida pública y política. El resultado es esta mediocre generación de políticos que ahora gobiernan,  que no son más que producto de la desidia ciudadana.

La crisis de valores democráticos que padece Ronda está acunada en el absentismo ciudadano, con políticos organizados y parapetados en banderías locales con intereses particulares y concretos, que se enfrentan sin piedad a los miembros de las banderías contrarias. Desde la llegada a la alcaldía del Sr. Marín Lara, además de confundir a los bandos contendientes, ya que ha pertenecido o pactado con todos ellos, ha introducido en todos los grupos por los que ha pasado la lucha fraticida como forma de convivencia. En un claro afán controlador, este señor ha extendido el enfrentamiento a la sociedad civil. Durante estos años se ha preocupado muy mucho en limpiar el ágora y convertirlo en un campo de justas para su uso exclusivo: publicaciones llenas de insultos y difamaciones, recuerden la ‘gaceta’ en sus dos versiones; descalificaciones públicas de periodistas  y ciudadanos, y lo más grave de todo: utilización del dinero público en un intento de monopolizar los medios de comunicación locales. Bajo la pantalla de “publicidad institucional” reparte dinero público y acalla cualquier opinión o crítica. Su estrategia para ganar las elecciones pasa por la asfixia mediática de todo aquel que ose disentir, ya sea compañero, adversario, periodista o ciudadano. Todo este despliegue monopolizador busca evitar que se fije la mirada en los temas importantes, como que entrado junio el Ayuntamiento todavía no dispone de unos presupuestos. Siendo él responsable de confeccionarlos, los retrasa con el objetivo de mangonear en los gastos e ingresos sin la  legítima fiscalización ciudadana. Bajo su mandato se ha pasado de tener unos presupuestos artificialmente inflados de 60 millones de euros,  -cuando los ingresos superan con dificultad los 30-, hasta la inexistencia de ellos. Similar situación ocurre con el nuevo PGOU, aparcado desde la adaptación a ley de Ordenación Urbanística de Andalucía del antiguo. Esconde el nuevo, y exprime el adaptado a capricho.

Estas reseñas no son más que dos ejemplos de las muchas acciones que el señor alcalde oculta a la ciudadanía, acciones que componen un panorama antidemocrático en las formas y corrupto en el fondo, todo ello posible debido a la indiferencia, cuando no al rechazo, de los rondeños por la política institucional, por eso es para felicitarse por el nacimiento de este Observatorio político, donde es de esperar tenga cabida  lo que en los subvencionados medios locales es difícil de encontrar.

La solución, si es que existe, a este despropósito que vivimos pasa indefectiblemente por el compromiso ciudadano. Acabó el tiempo donde votar era la única actividad política. Los ciudadanos deben participar en la vida política todos los días del año, con propuestas, con críticas, con un activismo permanente y una constante movilización, pues haciendo el Don Tancredo se ha llegado hasta aquí, y, por lo tanto, es hora de tomar las riendas de nuestro propio futuro.

Este Observatorio político puede ser un buen punto de partida para que los ciudadanos recuperen el peso perdido en la vida política. La primera exigencia que habría que poner encima de la mesa es el más absoluto rechazo a la actitud del señor Marín Lara  con respecto a cualquier crítica ciudadana. Los ciudadanos tienen todo el derecho a opinar sobre lo que quieran sin tener que recibir a cambio las descalificaciones e insultos que el Sr. Alcalde reserva para ellos. Este señor tiene que callarse ante la ciudadanía, ya que en el cargo y sueldo lleva implícitamente la critica y él tan solo tiene que hablar para dar explicaciones, que faltan y muchas. Hay que exigirle que retire la falsa “publicidad institucional” de los medios de comunicación, que se dedique a trabajar y deje que los ciudadanos  evalúen los resultados, así como a los profesionales de la información hacer su trabajo con libertad sin exigir tratos de favor a cambio de dinero público y que retire definitivamente ese álbum de fotos familiar que bajo el nombre de ‘Ronda actualidad’ pretende ser un periódico. En definitiva: a trabajar y a callar.

Agradecer a los integrantes del Observatorio su valiente compromiso y sus futuras aportaciones. Este pueblo necesita mucha gente que dé un paso hacia delante. En el fondo, la identificación con este movimiento es tal, que  estas líneas que este rotativo permite, también aspiran a ser un pequeño observatorio, que continuará hasta que la ola de la “publicidad institucional” lo estime conveniente.


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