Opinión

A un año de las elecciones (Antonio Sánchez Martín)

Aunque suele decirse que un año en política es una eternidad y pueden pasar muchas cosas, parece que poco a poco el panorama electoral al que nos enfrentaremos los rondeños en las próximas municipales se va aclarando bastante y ya la mayoría de los partidos han designado a sus candidatos. Es el caso del PP, del PA e IU, a los que se unirá la candidatura de UPyD que encabezará Mª Jesús Becerra. Incluso los ecologistas acudirán con seguridad a la cita electoral, aunque estos últimos no hayan decidido aún su candidato.

Así las cosas, queda la incógnita, que no es poca, de saber qué hará finalmente José Herrera si al final no forma parte de la lista del Partido Popular (como parece previsible); aunque la opción de revivir “Rondeños por Ronda” pierde fuerza, según le habrían aconsejado al veterano político sus más allegados. Y finalmente, el cartel electoral se cerrará cuando los socialistas den a conocer el esperado nombre de su candidato.

Sobre este último particular se expresaba Juan Fraile en una entrevista realizada esta misma semana por la Cadena Ser de Ronda. Juan, -que es todo un “peso pesado” de nuestro ayuntamiento y del Partido Socialista  y a quien tampoco le falta veteranía política-, decía que por su edad se siente más como un “pater político” que aporta la experiencia acumulada en los cuarenta años de su dilatada vida política, que como alguien que aspira a seguir ocupando cargos de relevancia en la cosa pública. Lo dijo afirmando “que no puede decir de esta agua no beberé” porque sabe que se debe a su partido. Tal vez esa fuera otra de sus “lecciones” (-ya que es maestro en el sentido más literal de la palabra-): la de exigir  plena “disponibilidad” al resto de compañeros de su grupo, incluidos los recién llegados Marín Lara y su troupe.

En la interesante entrevista expresó además su malestar por cómo se había realzado la integración de los exandalucistas en el PSOE y aprovechó la ocasión para destacar la gestión de su compañero Paco Cañestro. Sobre las acusaciones de transfuguismo dijo que esas eran cuestiones de “fácil solución en política” (…) “en política con minúsculas”, -añadió-.

Se equivoca el veterano político (-seguramente con intención-) cuando afirma que la maniobra ha respetado la voluntad de los rondeños de ver en la alcaldía a Marín Lara. Se equivoca porque el principal beneficiado del acuerdo ha sido precisamente el Partido Socialista “Tradicional” de Ronda, a quienes los votantes pudieron votar por mayoría en el 2007 y no lo hicieron. Al PSOE lo llevan queriendo mandar a la oposición los votantes rondeños desde hace más de una década. Ya lo intentaron en 1999 con el GIL, y en las últimas elecciones votaron al PA con la intención de renovar la “coalición” que andalucistas y populares establecieron tras la moción de censura con la que llegaron al poder.

Si a estas alturas en la calle hay algo claro es un sentimiento de indignación generalizada contra Marín Lara, a quien la gente no le perdona su traición y a quien no piensan volver a votar por su desmesurado interés para mantenerse en el poder a toda costa. Esos mismos indignados votantes volverán, posiblemente, a dar el voto al Partido Andalucista aunque sólo sea para darle donde más le duele a Marín Lara.

Por mucho que se empeñe la agrupación local de Ronda, en la dirección regional del PSOE (-con la que Fraile e Isa Aguilera mantienen una excelente relación-) lo saben, y podrían imponer otro candidato como ya hicieron en 2007. Tal vez a eso se refería Juan Fraile cuando hablaba de buscar soluciones políticas “con minúsculas”: Ofrecerle a Marín Lara un alto cargo en alguna Delegación de la Junta, o formar parte del Parlamento Andaluz a cambio de su renuncia. Por su parte, Marín Lara exigiría que algunos de sus más allegados colaboradores, como Mª José Martín de Haro o Rafael Lara, ocuparan puestos destacados en la candidatura socialista para, de alguna manera, dejar así “memoria” de su singular paso por la alcaldía rondeña. El resto de exandalucistas me temo que irán al paro. Y si no, tiempo al tiempo.


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