Opinión

Su tabaco. Gracias.

Hay que ver que nerviosos se ponen los mascas del gobierno municipal por una encuesta de nada, la que encargó el Partido Popular a Sigma-Dos. Aunque ya se sabe que todas las encuestas se maquillan (tengo un amigo que dice que -hay mentiras, grandes mentiras y encuestas-), nadie duda que influyen en el electorado. Juan Fraile era todo un maestro en elaborar pronósticos electorales sobre las servilletas de los bares (hay quien todavía las guarda). Las suyas eran encuestas que en vez de ficha técnica tenían “picha” técnica (-aquello de que el parecer le salía de una cuarta bajo del ombligo-), pero eran tan eficaces como las oficiales, porque casi todo el mundo se las creía a pie juntillas.

De seguir así la cosa, en las próximas municipales podríamos ver todo un elenco de candidatas a la alcaldía de Ronda; con excepción de Izquierda Unida, si es que a Rafael Benítez lo confirma como candidato la asamblea de su partido. Hay que rendirse a la evidencia, y si ya desde los ochenta se apuntaba el ascenso imparable de la mujer en todos los ámbitos sociales, hoy pocos dudan de que el siglo XXI es suyo por derecho propio, con el plus añadido de que cuando una mujer triunfa en una sociedad con raíces tan machistas como la nuestra es porque tiene méritos sobrados para hacerlo (-con la excepción de Bibiana Aído y Leire Pajín, que confirman la regla-).

Tal vez, la política sea una de las últimas asignaturas pendientes de aprobar por el mujerío. Porque, aunque mujeres en política, haberlas haylas, a muchas de las que están se les sigue notando ese tufo rancio y encorsetado que aporta el ambiente cuartelero que se respira dentro de los partidos y, hasta ahora, solo unas pocas han logrado alcanzar el rango de general con mando en plaza. Esa sí que es otra reforma urgente de aprobar, ya que hoy hay más democracia en el ejército que en el seno de un partido político.

Nuevamente con la honrosa excepción de Izquierda Unida, -que pagan carísimas facturas por su exceso de asambleas-, la mayoría de los partidos eligen candidatos por “aclamación y voto a mano alzada” (para quedarse con la cara de los disidentes que se atreven a llevarle la contraria a los mandamases del partido). Algunos incluso se apuntan de lleno a la era “digital” y los nombran a dedo. Da igual si lo son a la Presidencia del Gobierno o a la Alcaldía de Ronda. El mando de la digital lo siguen manejando los de arriba y a la militancia le queda poco más que pagar tres euros al mes para tener derecho a ir de interventor/a en alguna mesa electoral cada cuatro años. Mientras: Oír, ver y callar.

Estos días hemos conocido a las candidatas de los andalucistas y del Partido Popular para las próximas municipales. Incluso puede que la encuesta se quede corta en los pronósticos que les otorgan una mayoría suficiente para gobernar juntos. A menos de año y medio para la cita con las urnas y con un ambiente en la ciudad que previsiblemente irá a peor, ambos partidos pueden capitalizar el voto de castigo que se les viene encima a los socialistas, y más si Marín Lara encabeza su lista. Más cuenta les tendría presentar a Isa Aguilera, -la única mujer con “cartel” que podría frenar esa sangría de votos y el ajuste de cuentas que los votantes les tienen reservado-. Pero ya se sabe que Isa y Toti tienen viejos “asuntos” pendientes de saldar y juntarlos sería como echar gasolina al fuego.

A Mari Paz, sin embargo, puede fallarle la legitimidad y el respaldo que dan las asambleas. El PP sigue arrastrando la rémora de pretéritas divisiones. Ni los “históricos” dan paso a la alternancia, ni los nuevos candidatos se quieren someter a la opinión de los militantes. Unos por otros, las elecciones se echan encima y la casa sigue sin barrer. Al final puede que no baste simplemente con cambiar la cara del cartel (algo que ya se hizo con escaso éxito en las pasadas elecciones con Begoña Chacón como candidata), porque me temo que lo que falla es el sistema: Falta debate interno y sobra dirigismo desde las altas esferas del partido. Así, vamos mal.  

Todo lo contrario le pasa a Isa Barriga, elegida por unanimidad, -creo que con acierto y buen criterio-, por la asamblea de un Partido Andalucista que viene de hacer una renovación forzosa y resurge de sus cenizas. Se puede dar la paradoja, (ya pasó en el 2007), que el PA triunfe en Ronda y se hunda en el resto de Andalucía. Las municipales son así: Se vota al candidato más que al partido, e Isa Barriga tiene tirón. Podría ser la próxima alcaldesa de Ronda.

Sin embargo, según la encuesta de Sigma-Dos, UPyD parece que es una opción que se desinfla por días. Tal vez en las generales se lleven algo, pero el voto útil y las “especiales” circunstancias que concurrirán en Ronda en las próximas municipales les perjudican. Aunque María Jesús Becerra no es mala candidata, al final puede pasarle lo que al laurel: -que todo el mundo lo echa al guiso, pero a la hora de comer lo apartan del plato-.

En lo que acierta de lleno la encuesta es en el voto de castigo que sufrirán los socialistas. A Toti puede pasarle lo que a Manuel Chaves: que le den la “patada hacia arriba” y lo manden a la Junta o a cualquier Parlamento para agradecerle los “servicios prestados” y quitárselo de en medio. Ya se sabe que en el PSOE, como en el PP, siempre se hace lo que dice el partido. Igual que cuando vas a la máquina a por tabaco y te dice: -Agotado. Elija otro-. Es lo que hay. Si quieres lo tomas, y si no, lo dejas… pero pocos dejan el vicio de la política porque, al igual que el tabaco, provoca dependencia. Y al final, encima la maquina te despide con cierto tono de cachondeo: “Su tabaco. Gracias”.

Antonio Sánchez Martín.


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