Ronda

La feria contará el año que viene con dos días de fiesta

Además, en el pleno se acordó una revisión de impuestos municipales, que se aplicarán según la renta.

 

El pleno municipal celebrado ayer viernes tuvo como uno de los puntos de fricción entre los diferentes grupos políticos la designación de los días festivos locales para el próximo año. La decisión, que había sido tomada la noche anterior por el equipo de gobierno, según las palabras del alcalde, Antonio Marín Lara, no contó con un debate en el que pudiera participar la oposición, lo que provocó el malestar de Izquierda Unida y del Partido Popular. Finalmente, serán días de fiesta el jueves de feria y el lunes posterior a ella, dando por satisfechas las demandas de muchos comerciantes descontentos porque este año el jueves fue laboral. De esta forma, y después de escuchar a las diferentes “sensibilidades” de la ciudad, según el alcalde, se intenta contentar a todos en la medida de lo posible, y en especial a la “masa obrera”, que representa al 85% de la ciudad, según Marín.

En cuanto al día de la patrona de la ciudad, se queda como día festivo el día 24 de enero, que este año es domingo, sin que se pase la fiesta al lunes. La portavoz del PP, Mari Paz Fernández, dijo que esta medida le parece “mal, pero que muy mal”, al no considerar el domingo como día festivo como tal y perjudicar a los trabajadores, al tiempo que tampoco se mostró de acuerdo con que haya dos días de fiesta en la semana de la feria.

Por su parte, el representante de IU, Rafael Ruiz, hizo un llamamiento para que no ocurra lo mismo el próximo año y se pueda crear un debate entre los gobernantes, la oposición y la sociedad.

Entre los asuntos urgentes que se trataron, se encontraba una medida para intentar bajar las tasas e impuestos municipales, con la eliminación de uno de los puntos del Plan de Saneamiento que se encuentra en vigor, según el cual los impuestos subirían el IPC más un 5%. Con la eliminación de este punto, se estudiarán y aplicarán los impuestos de forma individual en cada caso: para las empresas, para las rentas más bajas, para las familias numerosas, etc. Esto no quiere decir que los impuestos se bajen automáticamente, sino que pueden bajar o subir según las circunstancias. Según el alcalde se trata de desarrollar “una política más redistributiva”. La medida contó con el visto bueno de todos los partidos, aunque Mari Paz Fernández aseguró que este plan -que fue confeccionado cuando su grupo formaba gobierno-  no ha sido cumplido en ninguno de sus postulados, y por tanto, tampoco lo iba a ser en lo referente a los impuestos.

Otro de los puntos del día trataba sobre el convenio que el Ayuntamiento ha firmado con el Servicio Andaluz de Salud – SAS – para la cesión del Centro Médico de La Cimada y Los Prados. Según este convenio, el SAS sufragará todos los gastos derivados del funcionamiento de este centro, que aún no está acabado. Mari Paz Fernández criticó duramente el retraso que sufren las obras, ya que se iniciaron hace más de un año. A ello contestó Antonio Aranda, delegado de Salud, y explicó que este retraso se debe a motivos técnicos y que se espera que el centro esté listo para el próximo mes de octubre.

El PP aprovechó para recordar que este proyecto lo dejó listo este grupo cuando gobernaba, algo que se encargó de corroborar el propio alcalde.

El Partido Popular presentó una moción para crear una comisión que se encargue de estudiar la posible construcción de un mercado de ganado permanente, en el que además de contar con unas instalaciones fijas para las ferias del ganado y de mayo, se concentre todo el sector ganadero y agroalimentario de la ciudad, albergando entre otras, la Oficina Comarcal Agraria. Tras una discusión sobre los términos de la moción, se decidió dejarla para el próximo pleno, una vez que se defina mejor.
Rafael Ruiz también presentó una moción de su grupo, IU, relacionada con la situación del pueblo saharaui. Según esta, se pretendía el hermanamiento de Ronda con la ciudad de Tifariti, símbolo de la resistencia saharaui. Sin embargo, fue rechazada por PP y PSOE, por el hecho de que no existe un conocimiento ni unas relaciones previas entre ambas poblaciones. Sin embargo, apoyaron las resoluciones que la ONU ha emitido en repetidas ocasiones con respecto a este pueblo.


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