Ronda

Bandoleros de la serranía secuestran a la alcaldesa de Ontinyent

Los bandoleros rondeños han cambiado esta feria a las Damas Goyescas por la alcaldesa de Ontinyent, Lina Insa, a la que secuestraron mientras participaba en el acto de recepción oficial en el Ayuntamiento de Ronda.

 

Tremendo susto el que se llevó la primera edil de esta localidad valenciana, que desconocía que una partida de bandoleros irrumpiría entre los más de 200 integrantes de su delegación, arrancándola del lado de la corporación rondeña, encabezada por el alcalde de Ronda, Antonio Marín, y huyendo rápidamente hacia un escondite en el casco histórico.

Posteriormente, el propio Marín Lara fue el encargado de negociar la liberación de su homóloga con el jefe de la partía, que accedió al trato a cambio de una elevada cantidad de dinero y de poder salir de la ciudad sin que ninguno de sus hombres fuese detenido. Todo ello, ante la sorprendida delegación valenciana, que, precisamente, tiene en sus grupos de bandoleros una de la atracciones de sus fiestas de moros y cristianos.

El alcalde de Ronda, Antonio Marín, tuvo que negociar la liberación. 

Mientras tanto, la alcaldesa tras ser liberada no ocultaba el tremendo “susto” que se había llevado cuando aparecieron los bandoleros y sin mediar palabra la obligaron a abandonar la comitiva, hasta que se percataba de que se trataba de una representación.

Nuevamente, los bandidos lograron su objetivo y pudieron regresar a sus escondites en algún lugar  de la agreste Serranía de Ronda, aunque han amenazado con regresar nuevamente para perpetrar algunas de sus fechorías.

Tras el secuestro, tenía el pertinente intercambio de regalos entre ambas delegaciones, aunque todavía quedaba la aparición de una nueva partida aparecería a las puertas del Ayuntamiento, aunque, en esta ocasión, era totalmente inofensiva y se limitó a cantar una adaptación de una sevillana con alusiones a las fiestas de moros y cristianos y a la propia ciudad de Ontinyent, que contó con una total implicación de los ontiyentinos, que no dudaron un segundo el bailar la sevillana y agradecer de este modo el gesto hacia su ciudad.

Finalmente, el acto terminó con una simulación del desfile de los grupos de moros y cristianos de esta localidad, que recorren agarrados por los brazos las calles de su ciudad, en una fiesta que cuenta con un gran reconocimiento internacional y donde suelen participar unos 10.000 figurantes.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te pedimos la "MÁXIMA" corrección y respeto en tus opiniones para con los demás

*